Sobre el avance:
Nosotros montábamos el avance de la 426, entre dos, entero, con paredes y todo, en media hora larga. Después de esta media hora larga, que incluyen las piquetas cruciales para que quede "bien" (hay que poner primero todas las partes y solo después estirar y clavar las piquetas) decía que después de eso, si hacía viento, pues más piquetas, pero eso ya lo hacía de vez en cuando, en ratos.
Desmontarlo es otra cosa, ahí si que se nos iba tiempo, fácilmente una hora, la lona siempre nos pareció suficientemente limpia para guardarla sin limpiar, los faldones, que se secan enseguida, sí que los limpiamos. Limpiando la lona se te puede ir el tiempo que quieras. Recuerdo una pareja expandiéndola en el suelo, con una manguera y una escoba, a mi me parecía pero a ellos

después espera que se seque...

el caso es que cuesta más, aunque te esmeres mucho. Pero el motivo principal de dejar de llevarlo no fue ese, o no fue solo ese, ya que lo desmontábamos el día de antes. El motivo fue que teníamos casi el mismo frío con él que sin él, y comparado con el cenador plegable, el mismo, pues está claro...
Sobre calefactores, calefacciones y aire acondicionado.
A mi no me gusta ponerle nada de eso, pero si tuviera que poner algo de las dos, pondría el aire, y más si sales por Sevilla y el Mediterraneo en general. Si tiene bomba de calor, pues eso que te encuentras. Para ir al norte en cambio, mejor la calefacción. Ni una ni otra, el calefactor, llevamos uno baratero, de apenas 11 euros que luego vimos por 6, nos calienta de sobra la caravana, para los sitios a los que vamos. Para dormir, sacos, si hace más frío, más sacos, el calefactor solo lo dejamos puesto una vez, para probar, no fue ni mucho menos la vez que más frío hacía fuera. Entre que sabía que estaba en marcha y el calor, no dormí muy bien... pero ellas sí, el caso es perder el miedo, si tiene termostato, la instalación aguanta y funciona todo bien, no hay problema. Pero ya digo que yo prefiero un saco o un nórdico, solo hemos pasado frío una vez en Soria por que nos pillo por sorpresa, desde entonces, nada.