72 años desde su nacimiento y casi cuatro desde que salió de la cadena de montaje el último con la tradicicional carroceria, vuelve el
Land Rover Defender.
Sin perder ninguna de las capacidades off-road del mitico modelo, estará disponible en chasis corto, (90), y largo, (110).
Disponibles ambos opcionalmente con asientos laterales plegables como en el vehículo original.
Con esta opción, el Defender 90 de dos puertas puede acomodar hasta seis personas, aunque la configuración estándar es para cinco pasajeros y hasta siete plazas en el 110. Un techo de tela también opcional podra cubrir la totalidad del Defender corto.
Como en el anterior habrán versiones de trabajo, militar y de emergencia, cabe destacar que el Defender está homologado para soportar 300 kg de peso en el techo y su capacidad de remolque es de 3.500 kgs.
Cuenta con 291 mm de altura libre al suelo, un ángulo de ataque de 38º, 40º de salida y una capacidad de vadeo de 90 cm (con un sistema que además cierra herméticamente el habitáculo)
En el momento de su lanzamiento, la gama del Defender (ya sea 90 o 110) contará con dos motores diésel, un gasolina y un gasolina mild hybrid, todos de la familia Ingenium y asociados a un cambio automático de 8 relaciones. En diésel, será un 4 cilindros 2.0 litros el encargado de animar al Defender. Estará disponible en versión de 200 CV y de 240 CV, en ambos casos el par motor máximo será de 430 Nm a 1.400 rpm.
Le seguirá en la gama el 4 cilindros 2.0 litros turbo de 300 CV, que ya hemos visto en otros modelos del grupo, y 400 Nm a 1.500 rpm. El tope de gama lo conformará un 6 cilindros en línea de 3.0 litros sobrealimentado por turbo que recibe la ayuda de un motor eléctrico asociado a una batería de iones de litio. Este modelo desarrolla un total de 400 CV y entrega 550 Nm a 2.000 rpm y le otorga al Defender 110 un 0 a 100 km/h en 6,1 segundos (6 segundos en el Defender 90).