El otro día le decía a un amigo que prefiero mi caravana a cualquier habitación de hotel, porque en mi caravana estoy en casa. Me llevo un pedacito de mi casa a donde me va la gana. Y cuando entro en ella, no entro en una cosa extraña, entro en mi casa. No es el mismo sentimiento que he tenido en una tienda o en una comanche. No digo que alguien no se pueda sentir en casa en su comanche, yo no me lo sentía.
Ese sentimiento viene de que en ella tengo las comodidades que son imprescindibles para mí. El vater es una de ellas. Y jamás he hecho "popó" en mi baño, pero mi mujer y mi niña sí. Pero los pipis nocturnos, el labarse las manos o los dientes, tener a mano las cosas de aseo personal, es indispensable. También lo es un colchón "como el de casa", una almohada "como la de casa", unos fogones, una nevera y un sofá. Que luego en los anuncios dicen que ni los fogones ni el water se han usado nunca... Pues se han perdido la mitad.
Yo cometí el error de comprar una dos ambientes porque quería un salón amplio, pero es que en salón estamos muuuuuuuuuuuuuuy bien. Comemos, charlamos, jugamos... y da igual que fuera haga frío o viento, porque dentro estamos muy cómodos.
Con esto quiero decir que para mí es muy importante sentirse bien en nuestra pequeña casa y para ello la caravana tiene que ajustarse a lo que nosotros esperamos de nuestra casa. Porque si no una comanche montana hace el mismo trabajo para la mitad del año. Y no lo digo con ningún tipo de menosprecio. En los meses de verano, un carrotienda sin piquetas se monta casi igual en el mismo tiempo en que el aparcas, nivelas y bajas las patas de una caravana. Te protege de la lluvia igual y te ofrece resguardo de la lluvia igual. Pero claro, no tiene baño, ni salón, ni cocina, ni armarios, ni grifos, ni calefacción... ¿Para qué quieres una caravana sin baño? ¿o sin sofá? ¿o sin cocina? No se si soy capaz de explicarme.