Las imágenes de estos días han sido horrorosas... de esas que muchas veces vemos en países muy lejos, pero cuando nos toca tan de cerca se siente diferente. Imagino que algunas personas tardarán mucho en recuperarse, y las secuelas psicológicas probablemente duren toda la vida. Mucho ánimo a todos,
@Agustí y cualquier otro que haya podido ser afectado.
Tal y como yo lo veo, la política no toca, pero ni ahora ni luego: ahora, porque lo que toca es encontrar a los desaparecidos, ayudar a quien lo necesite, etc, y en eso está toda la sociedad a una. Y luego, porque pese a que hay que hacer un análisis de lo ocurrido, debe hacerse desde un punto de vista técnico, sin sesgos (políticos o de cualquier otro tipo). La riada es inevitable, pero hay que hacer un ejercicio calmado, con el poso del tiempo, de si se pudo gestionar mejor. Siempre se puede. De la riada del 57 salió el nuevo cauce del Turia que, según parece, ha salvado en gran medida a la ciudad de Valencia. Seguro que aquí podemos sacar algún aprendizaje que haga que la próxima vez que ocurra (que ocurrirá) el impacto sea mucho menor.
De estas cosas hay que aprender, siempre. No existen soluciones simples a problemas complejos.