La tragedia material no se hubiese podido evitar, en este caso, pero sí muchas de las tragedias personales. Días atrás vimos en TV cómo las autoridades de los Estados Unidos que iban a verse afectados por un huracán, ordenaban el desalojo de las ciudades con suficiente antelación. Quizá aquí se tendría que haber actuado de forma similar.
La ciudad de Utiel está situada a 735 metros sobre el nivel del mar y allí empezó a caer el diluvio a las 13:30 horas del martes; apenas 50 kilómetros más abajo en dirección a Valencia se encuentra Chiva, que está a 235 metros sobre el nivel del mar, allí a las 17:30 horas ya contabilizaron más de 400 l/m2... ¿hacia dónde iba toda esa agua?... hacia Valencia sur, y efectivamente a las 18:30 la tragedia ya había estallado.
Quienes conozcan esta región, saben que, en los pueblos y algunas ciudades, hay muchas viviendas en las plantas bajas y en zonas muy cercanas a barrancos. Esas zonas deberían haber sido evacuadas porque era una cuestión de Física pura que el agua acabaría inundándolas.
Y, para acabar de rematar esta situación, la sinrazón humana ha llevado a una enorme cantidad de personas que, encontrándose a salvo en sus casas, al ver que el agua arrastraba sus coches, bajaron a la calle y se metieron en la riada para intentar salvarlos, arriesgando su vida y, lamentablemente, perdiéndola.