Bueno, no del todo.
En Inglaterra, con una población de 67 millones de personas, según el artículo hay 7 millones de personas (en lugar de 17) que necesitan medicación para la alergia, y de esos, 250.000 necesitan llevar una dosis de adrenalina (EpiPen) por tener problemas severos de alergia.
Por lo que yo entiendo, es a esos 250.000 a los que se les recomienda que no se vacunen, especialmente si han tenido episodios previos de alergia a algún componente de la vacuna. Esto es perfectamente entendible; lo que no entiendo es como esas personas permitieron que se las vacunara con sus antecedentes.
250.000 personas sin vacunar frente 67 millones es perfectamente admisible, 7 millones frente a 67 también, si se considera que la protección de rebaño es efectiva a partir del 70 u 80% de población inmunizada. ¿Dónde está el problema?
A nadie le extraña que hayan aparecido incidentes con las vacunas, era lo que se esperaba, o al menos yo lo tenía claro. Todos sabemos los problemas que pueden presentar las vacunas, y se asume que son menores frente al bien que proporcionan. Aunque hay quien no quiera reconocerlo. 2 reacciones alérgicas sin consecuencias fatales en 2 días, frente a 599 muertos diarios que están teniendo ahora (
Reino Unido - COVID-19 - Crisis del coronavirus 2020) pues me parece un mal menor. Y recemos todos y que cruce los dedos tocando madera el que no quiera rezar, para que el virus no sufra una mutación que se lleve por delante a la mitad de la población, o toda.
Efectivamente la realidad y las matemáticas son muy tozudas. Inexplicablemente, hay personas más tozudas todavía, como yo. Está en la naturaleza humana equivocarse.