Las entrañas de la sierra también se pueden conocer visitando las espectaculares formaciones kársticas de las cuevas de Mendukilo, en Astitz. En Aralar destaca, por su carácter milenario, el santuario medieval de San Miguel de Aralar, importante centro espiritual. Este austero templo de tres naves, emplazado estratégicamente en la cima del monte Artxueta, guarda el retablo de Aralar, un frontal de esmaltes y cristal de roca del siglo XII, obra maestra del románico. También se encuentra la imagen de San Miguel en un relicario del siglo XVIII, donde se guarda una antigua talla de madera; según la tradición, esta reliquia fue dejada por el propio ángel en este lugar.