rosquillina
timid@
Bueno, es la primera vez que hago un relato de estos y tengo nula capacidad de síntesis… así que a ver qué sale… Espero que sirva a quien tenga en mente un viaje parecido… y por qué no, al que no lo tenía en mente a ver si le meto el gusanillo. Tendré que pensar un premio (aunque sea virtual) para el que se lo lea entero.
Lo primero, los datos:
- Del 1 de Agosto al 1 de Septiembre.
- Un total de 9317 km recorridos a través de España, Francia, Inglaterra, Escocia y de propina un paseíllo improvisado en Bélgica.
- Nos llevamos dos tiendas (la Quechua T4.1B para casi todo, una pequeña 2seconds para un camping de las Highlands un poco especialito del que hablaré más adelante.
- El resto, pues todo lo que os podáis imaginar que cabe en un C4 con el maletero y los asientos de atrás hasta arriba.
- Ah, y el Garmin. Que los mapas serán muy útiles, pero ese cacharrito nos facilita un montón la vida (menos cuando nos mandó tirarnos al mar, pero eso fue casi al final del viaje…)
FASE 1: HASTA DOVER
Salimos de madrugada desde Asturias, más tarde de lo previsto, porque lo de meter todos los trastos en el coche tiene su dificultad. Nos gusta bastante conducir de noche y nos vamos turnando. Unos 1.100 km después (fue con mucho la etapa más larga del tour) llegamos a Alençon, donde habíamos reservado un hotelillo de carretera (los de la cadena F1, usamos tres en todo el viaje por una media de 30€ la noche con desayuno incluido, eso sí, los baños en el pasillo). Llegamos muertos, cenamos y a dormir.
Al día siguiente desayuno buffet bastante digno y nos queda un poquito más de conducir por Francia. Esta vez sólo 400 km, hasta Dunkerque, donde tenemos reservado otro F1. Para una sola noche no es plan de sacar todo el despliegue… Llegamos antes de comer, nos instalamos y aprovechamos para hacer un poco de turismo.
Somos bastante fans de la peli “Bienvenidos al Norte” y ya que estamos en Nord-Pas-de-Calais no podemos dejar pasar la oportunidad. Nos acercamos al pueblecillo de Bergues, donde se rodó la película. La torre y demás están. La barraca de patatas fritas de la plaza no!!
Es un pueblo pintoresco, pero no da para pasar la tarde. Miramos el mapa y decidimos ir a Brujas. Vaaaaale, Bélgica no entraba en los planes, pero está a 45 minutos según el GPS. Yo ya he estado, pero mi novio no. Y tienen cerveza, chocolate y mejillones, así que para allá que nos fuimos.
Dejamos el coche en un parking del centro para no perder mucho tiempo y nos dimos un buen paseo por allí. Volvimos al hotel de Dunkerque y a dormir, que el ferry del día siguiente sale temprano y tenemos media hora hasta Calais.
Tenemos el trayecto ida y vuelta reservado y pagado con P&O Ferries desde hace un par de meses. Todo muy rápido, de hecho teníamos billete para las 10.45 y cogimos uno anterior, el de las 9.30 o así.
Un apunte, no sé si de verdad será imprescindible el pasaporte, pero el caso es que mi novio estaba empeñadísimo en no llevarlo porque somos de la UE, bla, bla, bla… Como no nos costaba nada me los guardé en el bolso, y el caso es que nos los pideron un par de veces en cada trayecto del barco… Así que pasaportes en mano y con la satisfacción que le da a una un “ves como tenía yo razón” nos subimos al barco. Muy cómodo, en la hora y media que dura el trayecto estuvimos paseando por allí, viendo la tienda y tomando algo. Antes de darnos cuenta ya se veían los acantilados blancos de Dover. Y además íbamos cargados de jamón y chorizo ibérico, a ver qué aerolínea te permite eso…
Nos mentalizamos de que hay que conducir por el lado izquierdo y vamos hacia nuestro primer camping. Está a 17 km nada más, llegamos enseguida. Todos iban reservados de antemano, ningún problema.
FASE 2: SURESTE DE INGLATERRA
El camping se llama Kingsdown International Centre y sale a £16 la noche. Es un prado enorme (e inclinado) con unas vistas impresionantes del mar. La chica de recepción nos da una charla sobre la normativa de hacer fuegos. La corto porque no tenemos intención ninguna de hacer fuego. Me parece raro tanto rollo, pero por la noche lo entenderemos.
Aquí os enseño las vistas y parte del despligue que tenemos. La tienda la compramos antes de tener mucha idea de este mundillo, así que cogimos la más barata que nos permitía cenar dentro si se ponía frío. Como le tenemos cariño, en vez de jubilarla, este verano me entretuve en hacerle un suelo tipo bañera de andar por casa, pero que quedó genial. Eso sí, nos lo reservábamos para los temidos mosquitos escoceses, y como al principio no estaba muy segura de si aguantaría, en Inglaterra no lo pusimos.
Sobre el camping pues… los baños… pues son un poco cutres/escasos.
Aunque tengo que especificar, antes de dar más opiniones de este tipo, que yo soy cero escrupulosa. Obviamente cuanto más bonito/grande/nuevo sea el sitio, pues mejor, pero yo nunca le pongo pegas a las instalaciones. Quizá tendría que traer a mi novio para que os diera su versión de cómo eran las duchas… decía algo de un nicho… total, porque eran una especie de túneles de ladrillo… tiquismiquis!!
Es la caseta que se ve a la izquierda de las fotos. Hay un total de 4 duchas para todo el camping, que dan directamente al prado. El camping de Lugo al que solemos ir es tirando a pequeño y hay doce duchas de hombre y doce de mujer. Para la mañana siguiente nos tememos una cola de aúpa… ¿o no?
En recepción nos han dado un código para abrir una puerta escondida entre árboles que da a un caminito para bajar directos a la playa. Eso sí, la playa es de guijarros y el agua está tirando a fría. Pero nos damos un chapuzón.
En la última foto se empieza a intuir el porqué de tanta charla sobre el fuego… cuando volvíamos del pub del pueblo (King’s Head, un sitio encantador, chiquitín, con su moqueta, sus “ales” y sus cacahuetes. Fuimos los tres días que nos quedamos en la zona y la gente fue majísima, muy interesados en nuestro viaje y sugiriendo visitas). Pues eso, que volvíamos del pub y nos encontramos el camping en llamas. Todo el mundo con sus hogueras y barbacoas, aunque curiosamente, casi todas son sólo para contemplar/calentarse/entretenerse… sólo un par están haciendo la cena.
Al día siguiente tenemos previsto visitar Canterbury. Vamos en coche hasta un Park&Ride. Por £2,5 dejas el coche todo el día y tenemos derecho a coger el bus para ir y venir del centro. Merece la pena. La Catedral está cerrada por dentro por algún tipo de celebración. Sólo se puede ver la cripta y el exterior. También es cierto que rebajan un poco la entrada.
Canterbury es muy bonito, da gusto pasear por las callejuelas. Igual sobran los diez mil quinceañeros españoles e italianos que están de excursión estudiando inglés, pero por lo demás nos gusta.
Ah! Y al final de cola en la ducha nada. Haciendo un rápido cálculo mental, empezamos a intuir que los british son más dados al aseo matutino tipo “gato que odia el agua” que a la ducha integral. Más tarde iremos reuniendo pruebas…
Bueno, pues para ir terminando por hoy, el último día que estuvimos en la zona.
Primero visitamos Rye. Es un pueblo muy cuco, con una zona de callejuelas empedradas (y cuesta arriba!), tiendecitas, cafés, almacenes de antigüedades en la zona de los muelles…
Seguimos camino hacia Brighton. No vimos a ningún mod, pero aún así nos gustó mucho. La zona de tiendas “alternativas” y sobretodo el pier. Tuvimos un pequeño problemilla con una gaviota que se tiró en picado hacia el helado de mi novio, pero no hubo heridos. Le compramos otro helado y se le pasó el susto
A la vuelta tenía un sitio marcado en grande en mi guía. Beachy Head. Es el tercer sitio favorito para los suicidas en todo el mundo. No me extraña, es precioso!
Por cierto, está en mitad de la nada y hay un parquímetro!!!
A la vuelta paramos en Eastbourne. Tiene un pier parecido al de Brighton, aunque totalmente muerto. Claro, son las seis de la tarde… ya vamos captando cómo va el horario aquí…
Bueno, creo que por hoy ha sido suficiente. (Demasiado, de verdad cómo me enrollo!) Mañana nos vamos hacia el centro de Inglaterra… Minipunto para el que se lea todo esto. Y aviso que todavía vamos por el 6 de Agosto!
Lo primero, los datos:
- Del 1 de Agosto al 1 de Septiembre.
- Un total de 9317 km recorridos a través de España, Francia, Inglaterra, Escocia y de propina un paseíllo improvisado en Bélgica.
- Nos llevamos dos tiendas (la Quechua T4.1B para casi todo, una pequeña 2seconds para un camping de las Highlands un poco especialito del que hablaré más adelante.
- El resto, pues todo lo que os podáis imaginar que cabe en un C4 con el maletero y los asientos de atrás hasta arriba.
- Ah, y el Garmin. Que los mapas serán muy útiles, pero ese cacharrito nos facilita un montón la vida (menos cuando nos mandó tirarnos al mar, pero eso fue casi al final del viaje…)
FASE 1: HASTA DOVER
Salimos de madrugada desde Asturias, más tarde de lo previsto, porque lo de meter todos los trastos en el coche tiene su dificultad. Nos gusta bastante conducir de noche y nos vamos turnando. Unos 1.100 km después (fue con mucho la etapa más larga del tour) llegamos a Alençon, donde habíamos reservado un hotelillo de carretera (los de la cadena F1, usamos tres en todo el viaje por una media de 30€ la noche con desayuno incluido, eso sí, los baños en el pasillo). Llegamos muertos, cenamos y a dormir.
Al día siguiente desayuno buffet bastante digno y nos queda un poquito más de conducir por Francia. Esta vez sólo 400 km, hasta Dunkerque, donde tenemos reservado otro F1. Para una sola noche no es plan de sacar todo el despliegue… Llegamos antes de comer, nos instalamos y aprovechamos para hacer un poco de turismo.
Somos bastante fans de la peli “Bienvenidos al Norte” y ya que estamos en Nord-Pas-de-Calais no podemos dejar pasar la oportunidad. Nos acercamos al pueblecillo de Bergues, donde se rodó la película. La torre y demás están. La barraca de patatas fritas de la plaza no!!
Es un pueblo pintoresco, pero no da para pasar la tarde. Miramos el mapa y decidimos ir a Brujas. Vaaaaale, Bélgica no entraba en los planes, pero está a 45 minutos según el GPS. Yo ya he estado, pero mi novio no. Y tienen cerveza, chocolate y mejillones, así que para allá que nos fuimos.
Dejamos el coche en un parking del centro para no perder mucho tiempo y nos dimos un buen paseo por allí. Volvimos al hotel de Dunkerque y a dormir, que el ferry del día siguiente sale temprano y tenemos media hora hasta Calais.
Tenemos el trayecto ida y vuelta reservado y pagado con P&O Ferries desde hace un par de meses. Todo muy rápido, de hecho teníamos billete para las 10.45 y cogimos uno anterior, el de las 9.30 o así.
Un apunte, no sé si de verdad será imprescindible el pasaporte, pero el caso es que mi novio estaba empeñadísimo en no llevarlo porque somos de la UE, bla, bla, bla… Como no nos costaba nada me los guardé en el bolso, y el caso es que nos los pideron un par de veces en cada trayecto del barco… Así que pasaportes en mano y con la satisfacción que le da a una un “ves como tenía yo razón” nos subimos al barco. Muy cómodo, en la hora y media que dura el trayecto estuvimos paseando por allí, viendo la tienda y tomando algo. Antes de darnos cuenta ya se veían los acantilados blancos de Dover. Y además íbamos cargados de jamón y chorizo ibérico, a ver qué aerolínea te permite eso…
Nos mentalizamos de que hay que conducir por el lado izquierdo y vamos hacia nuestro primer camping. Está a 17 km nada más, llegamos enseguida. Todos iban reservados de antemano, ningún problema.
FASE 2: SURESTE DE INGLATERRA
El camping se llama Kingsdown International Centre y sale a £16 la noche. Es un prado enorme (e inclinado) con unas vistas impresionantes del mar. La chica de recepción nos da una charla sobre la normativa de hacer fuegos. La corto porque no tenemos intención ninguna de hacer fuego. Me parece raro tanto rollo, pero por la noche lo entenderemos.
Aquí os enseño las vistas y parte del despligue que tenemos. La tienda la compramos antes de tener mucha idea de este mundillo, así que cogimos la más barata que nos permitía cenar dentro si se ponía frío. Como le tenemos cariño, en vez de jubilarla, este verano me entretuve en hacerle un suelo tipo bañera de andar por casa, pero que quedó genial. Eso sí, nos lo reservábamos para los temidos mosquitos escoceses, y como al principio no estaba muy segura de si aguantaría, en Inglaterra no lo pusimos.
Sobre el camping pues… los baños… pues son un poco cutres/escasos.
Aunque tengo que especificar, antes de dar más opiniones de este tipo, que yo soy cero escrupulosa. Obviamente cuanto más bonito/grande/nuevo sea el sitio, pues mejor, pero yo nunca le pongo pegas a las instalaciones. Quizá tendría que traer a mi novio para que os diera su versión de cómo eran las duchas… decía algo de un nicho… total, porque eran una especie de túneles de ladrillo… tiquismiquis!!
Es la caseta que se ve a la izquierda de las fotos. Hay un total de 4 duchas para todo el camping, que dan directamente al prado. El camping de Lugo al que solemos ir es tirando a pequeño y hay doce duchas de hombre y doce de mujer. Para la mañana siguiente nos tememos una cola de aúpa… ¿o no?
En recepción nos han dado un código para abrir una puerta escondida entre árboles que da a un caminito para bajar directos a la playa. Eso sí, la playa es de guijarros y el agua está tirando a fría. Pero nos damos un chapuzón.
En la última foto se empieza a intuir el porqué de tanta charla sobre el fuego… cuando volvíamos del pub del pueblo (King’s Head, un sitio encantador, chiquitín, con su moqueta, sus “ales” y sus cacahuetes. Fuimos los tres días que nos quedamos en la zona y la gente fue majísima, muy interesados en nuestro viaje y sugiriendo visitas). Pues eso, que volvíamos del pub y nos encontramos el camping en llamas. Todo el mundo con sus hogueras y barbacoas, aunque curiosamente, casi todas son sólo para contemplar/calentarse/entretenerse… sólo un par están haciendo la cena.
Al día siguiente tenemos previsto visitar Canterbury. Vamos en coche hasta un Park&Ride. Por £2,5 dejas el coche todo el día y tenemos derecho a coger el bus para ir y venir del centro. Merece la pena. La Catedral está cerrada por dentro por algún tipo de celebración. Sólo se puede ver la cripta y el exterior. También es cierto que rebajan un poco la entrada.
Canterbury es muy bonito, da gusto pasear por las callejuelas. Igual sobran los diez mil quinceañeros españoles e italianos que están de excursión estudiando inglés, pero por lo demás nos gusta.
Ah! Y al final de cola en la ducha nada. Haciendo un rápido cálculo mental, empezamos a intuir que los british son más dados al aseo matutino tipo “gato que odia el agua” que a la ducha integral. Más tarde iremos reuniendo pruebas…
Bueno, pues para ir terminando por hoy, el último día que estuvimos en la zona.
Primero visitamos Rye. Es un pueblo muy cuco, con una zona de callejuelas empedradas (y cuesta arriba!), tiendecitas, cafés, almacenes de antigüedades en la zona de los muelles…
Seguimos camino hacia Brighton. No vimos a ningún mod, pero aún así nos gustó mucho. La zona de tiendas “alternativas” y sobretodo el pier. Tuvimos un pequeño problemilla con una gaviota que se tiró en picado hacia el helado de mi novio, pero no hubo heridos. Le compramos otro helado y se le pasó el susto
A la vuelta tenía un sitio marcado en grande en mi guía. Beachy Head. Es el tercer sitio favorito para los suicidas en todo el mundo. No me extraña, es precioso!
Por cierto, está en mitad de la nada y hay un parquímetro!!!
A la vuelta paramos en Eastbourne. Tiene un pier parecido al de Brighton, aunque totalmente muerto. Claro, son las seis de la tarde… ya vamos captando cómo va el horario aquí…
Bueno, creo que por hoy ha sido suficiente. (Demasiado, de verdad cómo me enrollo!) Mañana nos vamos hacia el centro de Inglaterra… Minipunto para el que se lea todo esto. Y aviso que todavía vamos por el 6 de Agosto!