Sí, angel, de todos modos la ambientación pienso que no es lo más conseguido en la peli, tiene muchos tintes de los 60 para identificar al futuro. Os dejo un´artículo sobre la peli que escribí para Mundomaldito, porque hay diferencias entre la peli y el libro muy significaticas, como la fusión de personajes, y algunas cosas más.
FARENHEIT 451Título Original: Farenheit 451
Nacionalidad: Gran Bretaña
Director: Francoise Truffaut
Guión: Jean - Louis Richard, basado en la novela homónima de Ray Bradbury del mismo título
Año: 1966
Reparto: Julie Christie, Oskar Werner, Cyril Cusack, Anton Diffring, Jeremy Spenser, Alex Scott
Françoise Truffaut (1932 – 1984) fue uno de los más destacados directores del cine francés. Reconocido crítico de Cahiers du Cinema, conformó con colegas de la misma revista, Godard, Rivette, Resnais, entre otros el movimiento denominado Nouvelle Vague. Logró trascendencia con su primer film, Los 400 golpes y a partir de allí desarrolló una carrera fructífera en la que se destacan, La novia vestía de negro, La noche americana y la Sirena del Mississippi. En esta ocasión es objeto de análisis Farenheit 451.
Montag, es un hombre que trabaja como bombero en una época en la que estos, en lugar de apagar fuegos, prenden llamas contra los libros. La idea es acabar con las palabras escritas y para ello cuentan con todos los recursos necesarios para terminar con la literatura y todo lo que tenga que ver con la lectura. Cada día acude a su trabajo de manera rutinaria, pero un encuentro con una joven enigmática llamada Claire, le hará cuestionarse la importancia de los libros y le creará la curiosidad necesaria como para plantearse si su ocupación hace un bien a la sociedad o por el contrario la castra de la sabiduría. En cuanto a su vida personal transcurre de forma tranquila, está casado con Linda, (Mildred en la novela de Bradbury) una mujer que se pasa horas atrapada por una pantalla mural que la enlaza con el mundo exterior. Paralelamente a sus dudas ante su trabajo, una serie de acontecimientos lleva a Montag a plantearse su relación con ella, pues se hallan en un punto de indiferencia y frialdad. El bombero da un giro espectacular a su vida cuando decide rebelarse contra el sistema impuesto y salvar los libros para los que está instruido minuciosamente a convertir en cenizas.
Basado en la novela del mismo título de Ray Bradbury, la película es por sí sola una obra interesante, pues aunque no es un retrato fiel del relato de Bradbury, transmite con rotundidad el mensaje: la importancia de los libros en una sociedad en la que la imagen va tomando mayor relevancia. Cabe citar que Truffaut se centra profundamente en dicho mensaje y deja de lado una estética perfectamente descrita por Bradbury como escenario de las vivencias de Montag. Un mundo futurista, donde las paredes contienen un mundo virtualizado o criaturas robotizadas, brillan por su ausencia en la película, lo que hace que actualmente en lugar de transportarnos al futuro, nos remita a la época en la que fue rodada pero con el matiz de la ciencia ficción. Por otro lado Truffaut funde algunos personajes acertadamente, como pueden ser Claire y Faber, que ilumina la mente de Montag en el caso de la chica y como guía para encontrar su sitio en la humanidad en el caso del anciano. Pero por el lado del reparto, el hecho de utilizar a Julie Christie para el mismo papel de Claire y Linda como personajes antagónicos, puede dar pie a conclusiones alejadas de la pretensión real de Bradbury como desencadenante de la decisión de Montag hacia el librepensamiento.
Con un ritmo acertado que no decae en ningún momento, el director nos sumerge en la vida del bombero, el cambio que experimenta su mente al descubrir que es capaz de pensar por sí mismo hasta el punto de ser dueño de su destino, del que no puede ni quiere escapar cuando encuentra a los “hombres-libro”, es en ese momento cuando comprende la razón que le llevó a rebelarse contra los cánones establecidos. Las escenas finales de Montag con los anteriormente citados hombres – libro, está magistralmente representado en una fotografía que se clava en el cerebro del espectador.
Farenheit 451 es un film recomendable por sí solo, aún cuando no se ha leído el libro en el cual está basado, pues se asiste a la representación cinematográfica de un futuro incierto y las consecuencias a las que puede ser condenada la sociedad si se elimina el legado de toda nuestra historia y memoria a través del papel.