Pues voy con otra reseña. Hemos estado de septiembre a enero en el Camping Molí de Serradell, en Campdevànol, Girona (cerca de Ripoll). Por ahora, es el mejor camping en el que hemos estado. Por ponerle algún pero: las parcelas son un poco justas, la zona es bastante húmeda, en invierno está poco soleado y en la mayoría del camping no hay cobertura de móvil (igual eso es una ventaja, al menos para mí!)
El entorno es precioso, con abetos, plataneros, moreras, un pequeño parque infantil... en medio de un bosque impresionante y con un riachuelo. El camping está montado alrededor de una masía antigua en la que hay un bar -abierto todo el día y que hace un poco de zona común de charleta-, restaurante (muy bueno) y también alquilan habitaciones. Es una explotación rural por la que pastan las ovejas y los cerdos. En el bar venden algunos productos, pero no es un supermercado.
Los domingos hacen pan y coca caseros, ambas cosas para chuparse los dedos.
El camping no es pequeño, pero está montado en tres terrazas a diferentes alturas y en cada una de ellas habrá entre 20 a 30 caravanas y también algunos bungalows. La sensación es de estar en familia, porque no es el típico camping en explanada gigante rodeado de caravanas y gente.
La tranquilidad es total. Los dueños no son muy comprensivos con los adolescentes ruidosos y no dejan que haya nada de jaleo, te costará encontrar un sitio donde enchufar la antena de TV, no se les ve con prisa por hacer que las parcelas tengan tv. Ni tampoco permiten montajes raros. Por no permitir, no dejan ni montar tiendas de cocina. Pero todo eso se agradece, porque te sientes en medio de la naturaleza. Más en el campo que en un camping, al menos en la zona de abajo, al lado de la masía, que es donde estuvimos nosotros.
Los servicios están muy limpios y accesibles. También tiene piscina, pero esa no la catamos. Supongo que volveremos cuando haya buen tiempo, seguro que la sombra de esos árboles y el río se agraceden. La zona de acampada, sólo para tiendas, tiene césped y está al pie del bosque. Una gozada.
A nosotros nos han tratado muy bien y hemos disfrutado de su "escudella" para llevar, del restaurante (qué carne), de la búsqueda de setas en otoño, de los campistas que nos han enseñado a escogerlas, del pan, de la coca...