Que salgan cosas en una caravana nueva se puede llegar a comprender.
Se fabrican a mano y las hacen personas, por lo que las posibilidades están ahí.
Eso sí, en un producto con garantía, tanto el vendedor como el fabricante de tienen que hacer cargo.
Yo voy a exponer mi caso, aunque hasta ahora no lo había echo por no tener que leer cierto tipo de comentarios.
Compramos nuestra across en 2017. Antes de hacer un año, y por lo tanto sin llegar a hacerle la prueba de estanqueidad, nos cayó una tromba de agua impresionante estando en el camping de Navarrete. Estábamos fuera, y a la vuelta nos encontramos un pequeño charco de agua en la encimera de un mueble bajo que había al lado de la puerta, ese mueble tenía una ventana justo encima.
Lo secanos y, revisando bien la pared bajo la ventana vimos que ya se había hinchado la madera.
Lo primero que hice, fue sacar una foto y mandársela por WhatsApp a mi distribuidor (caravanas Mikel). Acto seguido me llamo por teléfono para preguntarme detalles de lo que había pasado y me dijo que , en cuanto pudiera, se la llevase.
Se la llevamos a la semana siguiente y viendo dónde había entrado, encontró al momento que una goma de la ventana no había quedado bien sellada. Saco fotos de todas las zonas húmedas, que ya había más, y me dijo que dejara la caravana en su local ya que yo la guardo en la calle.
Se hizo la gestión con across, no pusieron ni una pega. Tengo que reconocer que tardaron en repararla, cambiaron el lateral completo, pero es que suelen andar a tope de trabajo.
El trato del vendedor de 10, como siempre, y el de la casa también, ya que cumplió con su servicio de garantía haciendo un buen trabajo.
Aunque no las tenía todas conmigo, el cambio del panel quedó perfecto, revisándolo a fondo no se diferenciaba del acabado anterior. Cómo pasó todo el invierno en la calle, la prueba de estanqueidad estaba más que hecha.
Por este motivo, siempre he pensado que es más importante dar con un vendedor competente que la marca de la caravana.
Y tampoco se puede desvirtuar una marca por un fallo puntual de montaje ya que los trabajos manuales siempre están expuestos a fallos.