Cincuenta y cinco, cincuenta y seis, cincuenta y siete...........
A grandes males, grandes remedios; aquí ni se acaba el mundo, ni pasa ná de ná y comenzar ahora a buscar posibles causas, posibles culpables, etc. etc. me parece que es malo para la salud.
Creo que sin un local donde cobijarnos por mi parte no es factible la asistencia.
No quiero juzgar, porque no me gusta que me juzguen; no quiero condenar porque no me agradaría que me condenaran -máxime sin estar presente- y sobre todo, porque no tengo los elementos de juicio suficientes para comprender lo que ha pasado.
Creo que ha sido simple y llanamente un malentendido y cuando se habla de programación de obras, de material, de personal, etc. para hacer una reforma, las decisiones y los cambios cuestan dinero y retrasan el calendario previsto.
Hemos tenido la mala suerte, de estar en el medio de una operación comercial, de un programa de obras de remodelación y de las naturales prisas por inaugurar y comenzar a intentar generar ingresos.
A favor nuestro tenemos, la suficiente confianza entre nosotros para tomar decisiones sobre la marcha y cambiar lo que fuere menester.