Es muy cómodo y puede evitar que se te dispare la velocidad sin querer, por despiste, pero tiene sus pegas, desde mi punto de vista.
Lo malo del control de velocidad es que es "muy obediente", y si le dices que quieres ir a tal velocidad, intentará ir a esa velocidad tanto en llano como subiendo un puerto de primera categoría. Si no te importa el consumo, ok, pero si no, te puedes llevar alguna desagradable sorpresa...
Personalmente, lo uso a veces, pero más bien poco. Sólo en autovías llanas o semillanas, lo que en la práctica en nuestro país se suele reducir a cruzar La Mancha...
EDITO: mientras escribía se me ha adelantado Mates para decir prácticamente lo mismo