MONPAZIER
En el suroeste, una bastida es una ciudad nueva fundada entre los siglos XIII y XIV. Todas las bastidas tienen varias características comunes; se fundaron por iniciativa del conde de Toulouse, del Rey de Inglaterra o del Rey de Francia. Se edificaron siguiendo un plano geométrico desarrollado desde una plaza central, rodeada de arcos soportales, dónde se llevaban a cabo ferias y mercados. La vida municipal se regia por una carta de usos y costumbres que definía los derechos y deberes de los vecinos. Fundadas por razones económicas, políticas y militares, las bastidas atestiguan hoy en día esa formidable aventura social y urbana de la Edad Media.
Monpazier nació oficialmente el 7 de Enero de 1284, fecha en la que Pierre de Gontaut, señor del castillo de Biron, concedió unas tierras al Rey de Inglaterra Eduardo Primero, mediante un acto de “paréage”. El paréage era un contrato de derecho feudal entre dos señores, que les aseguraba la igualdad de derecho y la propiedad sobre una tierra con carácter indiviso. Este tipo de asociación era ante todo económica o comercial con el objetivo de administrar y de explotar unos bienes.
Desde su origen, la bastida fue el teatro de numerosos conflictos, revueltas y epidemias; las guerra de los 100 años, rebelión de los siervos, pestes, hambrunas…
A pesar de estas vicisitudes, la bastida de Monpazier ha sabido preservar su carácter primigenio y su arquitectura excepcional. No es de extrañar que sea considerada como la bastida “modelo”, clasificada entre los pueblos más bonitos de Francia en 1982.