Vaya cantidad de chorradas que estas soltando por no querer admitir que las normas hay que cumplirlas, y ya esta.
Es que es así de sencillo.
¿Que algunas veces habrá que hacer excepciones por razones determinadas? Pue sí, pero esto no ha de ser excusa para que cualquiera se apunte a la excepcion por la cara.
De la anectoda no se puede sacar la norma general.
A esto se le llama demagogia.
Josep Maria, te agradecería que no etiquetases mis opiniones como chorradas, podré compartir, o no, tus opiniones, pero las respeto. Nadie tiene la verdad absoluta.
Totalmente de acuerdo, de la anecdota no se puede sacar la norma. De echo, he dicho que la norma es el mejor intento que tenemos. Claro, las normas están para respetarlas, si no esto sería la jungla.
Lo único que intento señalar es que la norma no lo aguanta todo, y que cuando se consigue hacer cosas buenas, yendo más allá de la norma, es algo
excepcional y hermoso.
Creo que en ocasiones, la norma puede ser injusta, para mí la norma no es dogma. Respeto las normas, e intento cumplirlas. También intento ir más allá de la norma, ser amable y atento a lo que pueda incomodar a los demás (para esto no hay normas, hay responsabilidad). Para mi lo importante, no es la norma (que respeto e intento seguir) es intentar traer cosas buenos al mundo.
Gente con vidas ejemplares no ha cumplido las normas: Jesús, Buda, Ghandi, Desmond Tutu... Han echo cosas buenas sin cumplir las normas. Está claro, son casos expecionales.
Las normas nos simplifican la vida, nos dan seguridad, es fácil: se lo que tengo que hacer. Regirse por valores, sobre las normas, implica asumir responsabilidad, es difícil. Ha habido personas expecionales que así han echo cosas buenas. Como digo, excepcionales.
Estoy convencido, que si estuviéramos en parcelas colindantes, estaríamos encantados el uno con el otro.
Mira, si te apetece, mirate la peli "los hombres buenos de Jones". El prota se salta todas las normas para obrar de una forma ejemplar... Da que pensar. Evidentemente es algo expcional.
Un abrazo Josep Maria