Aquí está mi conjunto: Un Land Rover Defender 110 Td5 con 12 añitos y 150.000 km y una veterana Dethleffs Nomad 4.00 con más de 20 años a sus lomos. El coche tiene unos 2.000 kg de tara y la caravana, 750 kg en papeles, aunque serán algunos más.
Son amigos desde hace algo más de 5 años y han recorrido juntos miles de kilómetros por todo tipo de firmes: autopistas, carreteras comarcales, carriles e incluso pistas embarradas. A pesar de sus años, la Nomad está muy bien conservada (mejor de interior que de exterior) y muy equipada: aire acondicionado, toldo fianma, depósito de agua, wc fijo y mover.
Para el Defender, no supone ninguna carga. El coche va prácticamente igual con caravana que sin ella y, si la cosa se pone chunga (pasos estrechos, maniobras, rampas, carrilles con baches, arena, barro, etc.), pones la reductora y a otra cosa.
En cuanto a consumos, a las velocidades habituales (90 km/h), la cosa anda por los 10 -11l habitualmente, aunque llaneando me ha hecho medias de 9l. O sea, que más o menos lo mismo con caravana que sin ella. Supongo que será porque, como el Defender tiene la misma aerodinámica que un ladrillo y la caravana sobresale muy poco (tanto de alto como de ancho), influye poco en la resistencia al viento. En cuanto al motor, por el momento, no se ha calentado nunca y sus 5 cilindros tiran como el primer día. Como curiosidad, al enganche hubo que hacerle una placa a medida para que bajara más porque, en las primeras salidas, la pobre caravana iba haciendo el caballito y arrastrando el culo.