Lo primero es ir de "acuerdo" con los papeles. Lo segundo conducir con prudencia y paciencia. Lo tercero es la experiencia que se va acumulando.
La primera vez que fui con mi esposa a Catalunya lo hice con caravana. Yo había vivido allí 5 meses, y me hacía ilusión enseñarle Montserrat. Y allá nos fuimos, con un Renault 5 TS y la caravana, una Catusa que pesaba un montón de kilos. Al llegar delante del monasterio la temperatura del agua estaba hirviendo, así que me asusté, abrí el capó, miré... y mientras realizamos la visita y el desplazamiento en el funicular y todo eso, enfrió. Bajé con cuidado y me acerqué al primer servicio de Renault, creo recordar que en Mataró. Dormimos en la caravana en el aparcamiento exterior, y al día siguiente a media mañana me devolvieron el coche con un lacónico "el coche no tiene nada". Mosqueado, les dije: "Bueno, pues ya que estamos aquí, le cambian el aceite..." Y se lo cambiaron. En la factura, más o menos, decía: "Se calienta el agua. Cambio de aceite..."
Regresar de Catalunya a Galicia son más de 1.000 kms. y cuanto más acá peor carretera, pero ya al subir al área de servicio de Montblanc el motor hervía... así que a base de paciencia y dejando que enfriase, hice un penoso regreso a casa. Eso sí, al llegar a casa tengo unas rampas importantes, pisé a fondo en primera y acabé rompiendo el motor. Llamé al servicio Renault, vinieron con la grúa y tuvieron que "hacer" un motor nuevo. Entonces mostré la factura de Mataró y exigí la garantía de un taller que "no encontró nada", pero al anotar el cambio de aceite aparecía el motivo de la "entrada". Lío importante entre los concesionarios de Ourense y Mataró, y el dueño del coche un periodista especializado en temas del motor... así que finalmente, no me costó nada la reparación.
El final de este ladrillo es que aprendí algo elemental: el agua de refrigeración que llega del bloque motor al radiador, antes de entrar, pasa por un termostato, que, según la temperatura exterior y el esfuerzo deja pasar más o menos caudal de agua. Con calor, cuestas y una caravana enganchada, el termostato debería abrirse del todo... y no se abría. Al dejarlo enfriar, "pasaba" el agua justa... y cuando rehicieron el motor cambiaron el termostato que era la avería que no detectaron en Mataró, y también me advirtieron que en verano y como prevención, abriese la brida, sacase el termostato y remolcase la caravana sin temor... ¡Y el truco funcionó! Repito por si con tanto rollo hemos perdido el hilo: un Renault 5 TS que no creo que tuviese muchos más de 50 Cv. Ahora falta saber si los coches actuales llevan termostato y donde lo llevan...