Yo apuesto por luchar contra los jetas con su mismas armas: saca la furgo fuera y pagarás solo tienda. Ya la colarás más tarde, si te interesa. O ”borra” la tienda, paga por autocarava y monta la tienda, también más tarde.
Off topic: ayer me dí una pequeña satisfacción. En un pueblo gallego, cuyo nombre nombre no viene al caso (puede pasar en cualquier sitio) pedí una ración de calamares. Me trajeron una bandejita con once anillas de calamar y el fondo cubierto de patatas fritas. Me pareció evidente que me estaban intentado timar: eso no pasaba de una ”media ración” (quizás no les quedaban más, pero el caso es que hasta el cocinero debió darse cuenta que de alguna manera tenía que llenar la bandeja y tiró de patatas fritas). A la hora de pagar la cuenta, los calamares y dos cervezas, 21 euros. Me habían servido media ración y me cobraban una ración entera (bastante cara, por cierto).
Saqué un billete de 20 euros que corté por la mitad allí mismo y coloqué en el plato de la cuenta, de modo que parecía un billete doblado. La dicharachera camarera que me atendió se lo llevó, para tras unos segundos, volver sobre sus pasos para decirme que había pagado con medio billete. Le enseñé la otra mitad y le dije que efectivamente, ella me había servido media ración y yo le había pagado con medio billete. La pillada fue tal que no pudo articular palabra. Los dos perdimos 20 euros.
Pero tengo bastantes más historias. Me han intentado hacer compartir parcela en un camping, han pretendido colocarme en una especie de macetero en otro (un “colocador” prensa-sardinas al que le tuve que preguntar si me tomaba por estúpido) y me han dicho que un niño de 10 años paga como un adulto, en otro.
En fin que no me extraña nada. Bueno sí, me extraña que la gente no proteste enérgicamente cuando ve que le están tomando el pelo. A los caraduras hay que pararles los piés en seco. Y protestar in situ, pero jamás permitir que se salgan con la suya, pues de lo contrario siguen haciéndolo una y otra vez.