Cocodrilo feliz
hablador
Aprovechando que ya se me ha cerrado la boca del pasmo queme produjo lo que vi, trataré de contarlo:
Era una acampada de mi club campista, y al llegar al campinhabía bastante ocupación, para aprovechar el “puente”, especialmente, deautocaravanas, pues es la época. Y vi una Burstner integral de 3 ejes. Repito:de 3 ejes. Podrían ser mínimo 12 metros de AC. Sus dueños eran una parejafrancesa de entre 60 y 65 años. Se supone que dentro había de todo lo quepodamos soñar, aunque delante tenían unas mesas de metal, de aparente robustez,sobre las que tenían una parrilla y un fogón ambos eléctricos. En la parcelaanterior y en paralelo, un remolque/plataforma de unos 2,5 de ancho por 5 delargo. En la parcela posterior, tapado por la AC, un Fiat Qubo.
Al principio supuse que la plataforma y el Fiat podrían serde algún otro campista… pero una aproximación y las matrículas no me dejaronduda alguna. Así que en total ocupaban ¡¡¡cuatro parcelas!!!
La mayoría de los acampados se fueron el domingo por latarde, y unos pocos nos quedamos hasta el lunes por aquello de no meternos enel tráfico de retorno. La pareja francesa de la Burstner recogió la impedimentaque tenía delante, la fue plegando y metiendo en los muchos almacenes que laintegral disponía, y al día siguiente cuando me asomé para plegar y marcharme,ella le estaba ayudando en la maniobra mientras él conducía aquel interminableaparato. Con gran habilidad, sin alardes, salió de la parcela y se dirigió a lazona donde las AC descargan aguas grises y cargan agua limpia… Parecíaimposible que con, posiblemente la AC más grande que he visto en mi vida, norozase ni con las copas de los árboles recién podados, ni utilizase en lasmaniobras otro espacio que el de los viales del campin. Habilidoso, sin dudaalguna.
Cuando tuvo la AC lista para salir, la llevó hasta el exteriordel campin donde el acceso es ancho, y la estacionó. Vino a las parcelas dondeaún estaba el Fiat Qubo y la plataforma, y ahí, justo ahí, la boca se me quedóabierta sin posibilidad de cerrarla del pasmo: El Fiat Qubo también tenía bolade enganche, y siempre a músculo y sin necesidad de “mover” ni otros artilugios,enganchó la plataforma y salió cagando leches hasta donde estaba la “integral”.Una vez allí, desenganchó la plataforma y la enganchó en la Burstner. Medianteun mecanismo manual, la plataforma se fue inclinando hasta tocar el suelo.Entonces, la pareja se subió al Qubo y enfocó el plano inclinado, subió por ély cuando estuvo en “su” sitio, el tipo le dio al mecanismo hasta dejarla otravez plana. Ella se bajó, y él comenzó la tarea de “atar” el Qubo con unascinchas a unas argollas que tenía la plataforma. Esto le llevó algún tiempo… yal terminar, se subieron ambos a la integral y se fueron, y buen motor con muchoscaballos llevaría, porque el conjunto articulado de unos 20 metros se movíacon buen aire… en recto y en buenas carreteras, claro.
Y contado todo esto, y dejando claro que en ciertosespectáculos itinerantes las AC grandes son habituales, o en los GrandesPremios de automovilismo y motorismo, ciñéndonos a nuestro entorno, y comoquiera que no es la primera vez que veo una AC remolcando una plataforma con uncoche, pregunto: Si de la AC su principal virtud es que lo llevamos “todo”autotransportado y todo eso de evitar un conjunto articulado… ¿qué diferenciahay entre un buen tractor tirando de una buena caravana (incluso de dos ejes)en cuanto que conjunto articulado, y una AC de 7 u 8 metros, o como en estecaso, de12 metros, remolcando una plataforma con un coche cuyo peso añadido alde la integral, entre una y otro no bajará de los 1.200 kilos? ¿Qué motorllevaría la Burstner para mover no menos de 6.000 kilos? ¿Es que no es unconjunto articulado como el otro? ¿Cuándo, tras adquirir una AC, sentimos lanecesidad de un segundo vehículo, no estamos regresando al principio delconjunto articulado?
Es un buen tema para debate. En el caso que cito, la parejafrancesa estoy convencido de que son apasionados del campismo, pues a ojo debuen cubero, el conjunto y lo que dejaban ver de accesorios podría costar unariñonada… que daría para unos cuantos alojamientos en hoteles.
Era una acampada de mi club campista, y al llegar al campinhabía bastante ocupación, para aprovechar el “puente”, especialmente, deautocaravanas, pues es la época. Y vi una Burstner integral de 3 ejes. Repito:de 3 ejes. Podrían ser mínimo 12 metros de AC. Sus dueños eran una parejafrancesa de entre 60 y 65 años. Se supone que dentro había de todo lo quepodamos soñar, aunque delante tenían unas mesas de metal, de aparente robustez,sobre las que tenían una parrilla y un fogón ambos eléctricos. En la parcelaanterior y en paralelo, un remolque/plataforma de unos 2,5 de ancho por 5 delargo. En la parcela posterior, tapado por la AC, un Fiat Qubo.
Al principio supuse que la plataforma y el Fiat podrían serde algún otro campista… pero una aproximación y las matrículas no me dejaronduda alguna. Así que en total ocupaban ¡¡¡cuatro parcelas!!!
La mayoría de los acampados se fueron el domingo por latarde, y unos pocos nos quedamos hasta el lunes por aquello de no meternos enel tráfico de retorno. La pareja francesa de la Burstner recogió la impedimentaque tenía delante, la fue plegando y metiendo en los muchos almacenes que laintegral disponía, y al día siguiente cuando me asomé para plegar y marcharme,ella le estaba ayudando en la maniobra mientras él conducía aquel interminableaparato. Con gran habilidad, sin alardes, salió de la parcela y se dirigió a lazona donde las AC descargan aguas grises y cargan agua limpia… Parecíaimposible que con, posiblemente la AC más grande que he visto en mi vida, norozase ni con las copas de los árboles recién podados, ni utilizase en lasmaniobras otro espacio que el de los viales del campin. Habilidoso, sin dudaalguna.
Cuando tuvo la AC lista para salir, la llevó hasta el exteriordel campin donde el acceso es ancho, y la estacionó. Vino a las parcelas dondeaún estaba el Fiat Qubo y la plataforma, y ahí, justo ahí, la boca se me quedóabierta sin posibilidad de cerrarla del pasmo: El Fiat Qubo también tenía bolade enganche, y siempre a músculo y sin necesidad de “mover” ni otros artilugios,enganchó la plataforma y salió cagando leches hasta donde estaba la “integral”.Una vez allí, desenganchó la plataforma y la enganchó en la Burstner. Medianteun mecanismo manual, la plataforma se fue inclinando hasta tocar el suelo.Entonces, la pareja se subió al Qubo y enfocó el plano inclinado, subió por ély cuando estuvo en “su” sitio, el tipo le dio al mecanismo hasta dejarla otravez plana. Ella se bajó, y él comenzó la tarea de “atar” el Qubo con unascinchas a unas argollas que tenía la plataforma. Esto le llevó algún tiempo… yal terminar, se subieron ambos a la integral y se fueron, y buen motor con muchoscaballos llevaría, porque el conjunto articulado de unos 20 metros se movíacon buen aire… en recto y en buenas carreteras, claro.
Y contado todo esto, y dejando claro que en ciertosespectáculos itinerantes las AC grandes son habituales, o en los GrandesPremios de automovilismo y motorismo, ciñéndonos a nuestro entorno, y comoquiera que no es la primera vez que veo una AC remolcando una plataforma con uncoche, pregunto: Si de la AC su principal virtud es que lo llevamos “todo”autotransportado y todo eso de evitar un conjunto articulado… ¿qué diferenciahay entre un buen tractor tirando de una buena caravana (incluso de dos ejes)en cuanto que conjunto articulado, y una AC de 7 u 8 metros, o como en estecaso, de12 metros, remolcando una plataforma con un coche cuyo peso añadido alde la integral, entre una y otro no bajará de los 1.200 kilos? ¿Qué motorllevaría la Burstner para mover no menos de 6.000 kilos? ¿Es que no es unconjunto articulado como el otro? ¿Cuándo, tras adquirir una AC, sentimos lanecesidad de un segundo vehículo, no estamos regresando al principio delconjunto articulado?
Es un buen tema para debate. En el caso que cito, la parejafrancesa estoy convencido de que son apasionados del campismo, pues a ojo debuen cubero, el conjunto y lo que dejaban ver de accesorios podría costar unariñonada… que daría para unos cuantos alojamientos en hoteles.