zeta
hablador
El mal ya está hecho; la fama y la honra tirada por los suelos; su compañera sentimental y madre de la niña muerta, acusada de encubridora de su "macho"; el vecindario que le juzgó y le condenó, ahora a sonreir, bajar la cabeza y tragar sus palabras y comentarios.........
Una vez más, -no todos- después de pasar unos años en la Universidad estudiando Ciencias de la Información, olvidan -intentando afianzar su puesto de trabajo- la principal enseñanza recibida en su formación.........la contrastación de la información, antes de publicarla; la búsqueda de las pruebas que amparan y justifican la información facilitada.
Siento, como todos vosotros el accidente y la muerte de la pequeña; y siento verguenza de formar parte de una sociedad, donde la falta de rigor en la información, la necesidad de la noticia, los intereses de audiencia, de difusión -e incluso- los intereses políticos partidistas, nos hacen condenar de primera mano, a inocentes; que ni siquiera tienen tiempo de llorar una ausencia desgraciada y se ven acosados, juzgados y condenados por esta sociedad; de la que desgraciadamente, formo parte.
Todos nos hemos sentido mal y nos han aflorado nuestros instintos más primarios de venganza, con las noticias sobre el hecho; tal y como fueron relatados.
Perdón muchacho, perdón madre que ha perdido a su hija......perdón
Una vez más, -no todos- después de pasar unos años en la Universidad estudiando Ciencias de la Información, olvidan -intentando afianzar su puesto de trabajo- la principal enseñanza recibida en su formación.........la contrastación de la información, antes de publicarla; la búsqueda de las pruebas que amparan y justifican la información facilitada.
Siento, como todos vosotros el accidente y la muerte de la pequeña; y siento verguenza de formar parte de una sociedad, donde la falta de rigor en la información, la necesidad de la noticia, los intereses de audiencia, de difusión -e incluso- los intereses políticos partidistas, nos hacen condenar de primera mano, a inocentes; que ni siquiera tienen tiempo de llorar una ausencia desgraciada y se ven acosados, juzgados y condenados por esta sociedad; de la que desgraciadamente, formo parte.
Todos nos hemos sentido mal y nos han aflorado nuestros instintos más primarios de venganza, con las noticias sobre el hecho; tal y como fueron relatados.
Perdón muchacho, perdón madre que ha perdido a su hija......perdón