Por mi parte cierro el tema del lenguaje progre. Estamos en 2016, primer cuarto del siglo XXI. El lenguaje se actualiza y depura por si mismo, como las aguas de la mar, y el encargado de darle lustre y esplendor es la RAE, que desde hace mucho tiempo tiene clarificado como usar, hablando y escribiendo, nuestro riquísimo idioma sin necesidad de repeticiones infinitas del mismo concepto, agregando o eliminando términos absurdos y sobreentendidos, que harían imposible la expresión por interminable de lo que queremos decir, perdiéndonos en aclaraciones y apostillas sobre la marcha, distinguiendo y aclarando lo obvio. Indudablemente giros y palabras de antaño no se usan, pero no por eso pierden su riqueza lingüística, y hasta su belleza. Y reflejan cultura. Dime, qué harían poetas y prosistas sin ello? Es lo mismo un tratado bajo la forma literaria de ensayo que otro con la taquimecanografía del móvil. Los dos se entenderán, pero los sentidos chirrían. Y esto no solo hay que entenderlo a nivel elitista, hay que verlo en el día a día, prensa hablada y escrita, en la conversación ordinaria, donde la expresión, con demasiada frecuencia, a veces es difícil de comprender.
Para algo están los verbos, los sustantivos, pronombres, adverbios, y las reglas de la RAE, que no todos sus académicos son "carcas". . ., por cierto, y entre otras causas, para evitar usar el verbo oir para referirse al adverbio hoy. Sobre este tema hay mucha tela que cortar, las más de las veces por incultura inducida desde el sistema educativo basado en la ley del mínimo esfuerzo.
Otras cosa, Aunnolose, eres persona muy maja y aguda que goza del sano sentido del humor, pero te gusta discutir . . . . una... Te lo pasas en grande.
Y qué me dices de una persona un voto? crees que la clase política va a renunciar al chollo que nos colaron y privarles del chalaneo del "trato del burro" de la feria electoral?.