Es mejor no hacer nada, dejar que se enfríe la cosa. Que todo siga igual y, manque nos pese, dejar hacer al dinero. Las empresas no se van por la república o la monarquía, por Puigdemont o la CUP, se van por la inseguridad de un parlament que hace estas cosas "por que sí", y que mañana o pasado podrían decidir que los bancos pasen a ser propiedad del estado. O las panaderías, o las siderúrgicas.
La violencia no lleva a ninguna parte, buscan reconocimiento internacional. Acabo de estar con un chaval alemán de erasmus y me contaba que sus periódicos (los periódicos alemanes) decían que en las votaciones "el 90% de los catalanes" habían votado a favor de la independencia. Eso es lo que hay que evitar, el engaño, y por eso hay que hacer las cosas con calma y no darle más imágenes de las que les gustan.
¿Que no abandonan el parlament? Pues se monta un "Parlament de campaña" en un solar y ya está. ¿Sirve de algo golpear a un engañado? Y aunque no lo sea, tampoco.
En fin, que Dios (a cada uno el suyo) nos pille confesados...
¡Felicidades!