Ayer, en "La Sexta", el candidato/poeta del PP en Euskadi, me resultó simpático y desde luego valiente, pero cuando se refirió a la corrupción del PP (Bárcenas) vino a decir más o menos: Hay unos pocos caraduras en el PP que se aprovecharon de sus cargos para robar; que la Justicia los juzgue y condene, y que devuelvan el dinero que robaron... Justo ahí, dejó de caerme bien, por entrar en la retórica barata de tirar balones fuera. Porque si Bárcenas robó, la Justicia tendrá que determinar qué robó y a quién robó, para determinar a quién tiene que devolver lo robado. Si robó al PP, pues era su tesorero, el dinero tendría que faltar en la contabilidad A, cosa que el PP no ha denunciado porque no está registrado y no podría justificar esos ingresos; si no está en la contabilidad A, no queda otra que asumir que el agujero que dejó lo robado está en la contabilidad B, o sea: que hay contabilidad B. Como no lo reconocen, Bárcenas no robó nada y el dinero de Suiza le cayó del Cielo porque es lo que ahora se llama un emprendedor. ¡Manda carallo!