Creo que cuando los niños llegan a la adolescencia (los míos harán este año 16 y 13 años) tienes que proponerles salidas que les llamen la atención. Llevo dos años haciendo surf en verano y esquiando en invierno. Tampoco me importa, porque me gusta mucho el deporte. Si hacemos una salida antes de las vacaciones de verano, buscamos un camping cerca de Madrid, donde vivo, que tenga alguna cosa que les guste: llevamos dos años haciendo piragüismo en el Río Duratón y yendo al camping de El Escorial, donde juego con ellos al tenis y al frontón. Ya en las vacaciones de verano, que suelen ser de tres semanas, las dos primeras son de ver cosas, y les pregunto donde les gustaría ir. La última es de playa y este será el tercer año haciendo surf, el segundo en Zarautz, lo que para mi es un placer, porque me gusta el surf y el País Vasco me encanta. Eso sí, esa semana ni se mueven de la caravana cuando suben de hacer surf. Su razonamiento es que han estado dos semanas viendo cosas con nosotros y no se han quejado (lo que es cierto).
Este año tenía pensado ir a Austria, pero mi hijo mayor quiere ir a París a ver a su primo, así que hemos cambiado los planes: empezaremos las vacaciones en París y luego ya veremos donde vamos en función de lo que les apetezca (estar unos días en París, la ciudad más bonita que conocemos; cruzar el Canal de La Mancha e ir a Inglaterra; ver Normandía, Holanda o atravesar Alemania y acabar en Austria). Es lo bueno de tener caravana, no tienes que reservar ni hacer planes definitivos.
Aunolose: no estoy para nada de acuerdo en que los pueblos sean sitios donde los niños estén controlados, considero que es justamente lo contrario. Es lo mismo que dicen mis suegros, que tienen casa en un pueblo pequeño de Segovia (menos de 100 habitantes). Cuando mis hijos eran pequeños, en Madrid estaba seguro de donde estaban, porque iban conmigo. En el pueblo nunca están conmigo, puedes estar en el pueblo tranquilo y tu hijo cruzar la carretera y que le pille un coche, o irse al río y que le pase algo. No los ves más que para comer o dormir. Están mucho más controlados cuando están contigo. Y no quiero decirte nada cuando se hacen adolescentes y quieren ir de fiestas de pueblo. En la familia de mi mujer hay dos primos fallecidos en accidente de tráfico volviendo de fiestas de pueblo. Esto me hace mucho que pensar y sufrir, porque mi hijo mayor y su panda desde el año pasado ya quiere salir de fiestas. ¡Lo que me queda por sufrir!. Prefiero Madrid: vivo en el centro y mi hijo mayor puede desplazarse en transporte público o andando a los garitos sin necesidad de montarse en un coche.
Saludos,