Suelo decir que el "problema" es pretender comparar cosas que no son iguales. Un camping -matizo "la parcela de un camping"- y un hotel tienen pocas cosas en común, pero nos empeñamos una y otra vez en compararlos como si fueran siquiera remotamente parecidos. Puedo entender la comparación entre un bungalow y un chalecito o incluso con algún apartamento. ¿Pero una parcela? !Una parcela es un trozo de tierra sin más! Comparar los precios de una noche de hotel con el de una parcela, olvidando todo lo que el hotel pone frente a todo lo que tenemos que poner nosotros tiene mucho de "autoengaño". Que cuando llegas a un hotel después de seis u ocho horas de coche, abres la puerta y lo tienes todo ordenado y limpio ... y llegas un camping y lo primero que tienes que hacer es ponerte a dar vueltas para dar con la 712. Obvio el resto de detalles: no son cosas comparables.
Otra cosa es que te guste el camping. Cada uno tiene sus parámetros de comodidad, las cosas que no te importa hacer, lo que te gusta y lo que no. Y su cartera. Y su manejo del dinero. Son chorradas pero hay a quien no le importa pagar tres euros por hora de parking y le revienta darle uno a un "gorrilla". Y no es cosa de dinero, son conceptos, principios, prioridades, tremendamente subjetivas y sobre las que podríamos hablar por los siglos de los siglos.
También suelo decir que el camping es engañosamente barato -cada vez menos, eso si-. Precisamente porque es difícil compararlo (en igualdad de condiciones) con otras cosas. Porque olvidas lo que tú como cliente tienes que poner y porque no reparas en lo poco que verdaderamente pone el camping. Pero generalmente sí, las vacaciones en camping pueden ser relativamente económicas ya que te permiten estar fuera de tu casa por no mucho más dinero de lo que gastarías en tu propia casa, haciendo las mismas cosas, a costa eso sí, de bastantes de las comodidades de las que disfrutas en tu casa. En el momento que vas en familia (ej. 2+2) desayunas, comes y cenas de restaurante, vas a parques de atracciones, comes helados, visitas museos y atracciones turísticas, usas parkings, taxis, etc, etc... tanto te da el tipo de alojamiento: gastas un pastón. Eso sí, el camping te permite ahorrar algo en alojamiento y algunas visitas al restaurante, darte algún día de descanso, hacerte menos monótonas las vacaciones, más variadas, divertidas, y hacer que en lugar de una o dos semanas fuera de tu casa sean tres o cuatro siempre claro, que no te importen las incomodidades que te impone esta forma de ocio. Mi "conciencia" (mi idea sobre la gestión de mi economía particular) me permite gastar así el dinero, cuando de otra forma tendría bastantes más remordimientos (y menos ahorros, dicho sea de paso).
Y creo que he descrito mi situación y el porqué me gusta salir de camping, entre otros motivos.