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CAMPISTA EMPEDERNIDO.
La playa del señor Ramon.
La playa del señor Ramon.
La historia sobre la cala del Señor RAMON, que prometí contar a Ángel-rutero, y que por falta de tiempo, no he podido hacer antes.
Debo de dar la razón a Ninfa, esa cala es mixta, de nudistas y textiles, y tolerante, muy tolerante amenos en 1991, porque estaban los nudistas y nosotros y nadie dijo nada.
Como podéis intuir, corría el año 1991, agosto para mas seña, hicimos las vacaciones itinerantes, con coche nuevo, una canadiense, una bebe de nueve meses y muchas ganas de hacer kilómetros y pasarlo bien. Kilómetros hicimos mas de cinco mil, casi todos en territorio nacional, y una pequeña incursión en el medio Pirineo Frances.
En la ruta, estaba previsto parar unos días con mi familia residente en Cataluña, así que pasamos por las casas de unos y el camping LA MASIA, donde estaban de temporada mi prima la pequeña y mis tíos.
Pasamos allí unos días, digamos que la playa de Blanes, no es de las mejores para el baño de los niños, pues al tercer paso cubre, quien la conoce lo puede confirmar, nuestro hijo, que contaba con siete año, se aburría, pues ni había críos de su edad, y no le dejábamos de retirarse de la orilla, pues no estaba demasiado suelto aun en las dotes del baño, y lasufridapatecontraria, que nada solo la mitad que los peces, apenas si se mojo la punta de los pinreles, si a eso le sumamos el intenso calor, el alto grado de humedad de la zona y que la niña, casi se nos deshidrata por aquel clima que no invitaba a quedarse mucho mas, así que decidimos que los marcharíamos, y así lo comunicamos a nuestros familiares. Esa noche, uno de los fijos de la calle donde estaba mi prima su marido, y mis tíos en plan ocupa, que durante la semana hacían de canguro de la niña que estos tenían, durante la velada, recomendó visitar una cala, paradisiaca que estaba pasando Tossa de Mar, camino de San Feliú de Güïssos, por la carretera de la costa, que desde la carretera, esta señalizada, que los coches de dejan en un aparcamiento, y se baja a la cala andando, matizo, en una punta, suele haber nudistas, pero solo al final de la cala, esto lo dijo en petit comité, y no todos se enteraron yo de revote lo escuche.
Nos invitaron a quedarnos un día mas, e ir a conocer la Cala del Señor RAMON, por que no si lo que queríamos era conocer sitios diferentes, y siendo sinceros, me picaba un pelín el morbo.
Mis primos, con mi prima la mayor que vino a pasar el fin de semana, intentaron convencer a mis tíos para que no vinieran, y parece que los hados se aliaron, pues el coche de mis tíos no arrancaba, bien pese a los intentos de mi tío, el coche no arranco, pues mi tío se empeñaba en venir, no captaba, o no quería captar que los jóvenes queríamos estar en nuestro ambiente y sin el reparo de su presencia.
Ponemos camino a la cala, recorriendo parte de la preciosa Costa Brava, llegamos al aparcamiento, donde por dejar el coche, nos soplaron quinientas de las antiguas pesetas, empezamos a bajar bártulos, yo que llevaba una nevera de dos pisos, que aun conservo, como está, la habíamos atiborrado de bebidas y víveres, pedí ayuda al amigo de mis primos que nos acompañaba, y cargados de sombrillas, sillas de tijera y agarrando cada uno un extremo del asa de la nevera, nos lanzamos cuesta abajo camino de la cala.
Giramos la curva de la senda entre pinos y de pronto el amigo de mis primos exclamo.
Ossstras, nos hemos metido en una playa nudista, acabo de ver un tío en pelotas.
A lo que replico.
Pues hemos visto al mismo, o entonces hay dos, pues yo acabo de ver a otro.
Nos adentramos en la cala sin pasar muy adentro, quedándonos cerca del kiosco que había, llegaron los demás, tendimos toallas, clavamos sombrillas, y tomamos aposentos, entre risas nerviosas y miradas indiscretas a nuestro alrededor, poco poblado, por lo que la cala era casi nuestra, al final como dijo el vecino de parcela de mis primos, había nudistas, por lo que el rodal de nudistas era de punta a punta.
Yo empecé a quitarme ropa, eso si dejándome puesto en sexibañador tipo bermudas, que lasufridapartecontraria me había comprado para las vacaciones, esta me dice, que tenemos que hacer, a lo que le respondo (Ella, siempre ha sido y es muy pudorosa) Pues relajarte y ponerte cómoda, así que se saco la camiseta de esas que llegan a media pierna, y quedo en ropa de baño, hacia tiempo que vio en una tienda de mi pueblo, Manzanares, un bañador de color negro, con lentejuelas por el pecho y contorne de este, ella, desde que vino la niña, no quería por entonces usar biquinis, pues en el embarazo cogió algún kilo mas de la cuenta, además que la niña peso cuatro kilos al nacer, por lo que esto le dejo muchas estrias en el vientre, que no quería lucir, por lo que como la tienda era de un cliente mío, este me debía bastante dinero, que veía crudo de cobrar, me lleve el bañador a cuenta, era monísimo, y le quedaba de maravilla, pero no dejaba ver, ni siquiera insinuar nada, vamos que en aquel ambiente, solo le faltaba, ponerse una bufanda.
A lasufridapartecontraria la veía tensa, por lo que le pregunte; ¿Qué te pasa? a lo que contesto, QUE VERGUEZA, vergüenza de que replique yo, pues de que tu familia y sus amigos se desnuden, no creo, afirme, mi prima Tere, siempre ha hecho topless, pero de ahí no creo que pase, y así fue, además porque en aquellos momentos llegaron mis tíos que no sabemos como leches fueron capaces de arrancar el coche, y que a buen seguro corto las alas a algún posible lanzado.
Sigue llegando gente, por lo que pronto empezamos a parecer una isla textil, dentro del nudismo.
Por allí paseaba uno con mucho vello púbico y con una riñonera a la cintura, para que os pongáis en situación, si recordáis al desaparecido humorista Eugenio, pues mas o menos, las barbas, la riñonera con dos bolsillos, que parecías las gafas de Eugenio, de donde por debajo, aparecía una pequeña nariz.
De pronto aparece una mujer, que centro mutras miradas, y algún comentario y risas, paso a describirla, vertido vaporoso ceñido a la cintura por un cinturón del mismo tejido, bolso al hombro gafas de sol, pamela encasquetada y una maleta en la mano. Uno de mis primos hizo el comentario, ¿donde ira esa, se habrá perdido?, a lo que replique, ira a coger el tren. Y no no fue a coger el tren, que se puso a mi lado, soltó la maleta, saco del bolso una toalla, que extendió, paso a abrir la maleta, de la que al colocarla haciendo varios movimientos la convirtió en un atril quedando en una parte un cuadro, y de la otras tras levantar una tapa, saco la paleta y las pinturas, dejo la pamela a un lado, se desabrocho el cinturón, y empezó a sacarse el vestido. Aquello también disimulado por el vestido vaporoso, no eran peras, eran melones, si melones muy bien colocados, el pubis depilado, por lo que quedaba poco que adivinar y a la imaginación, se puso la pamela, cruzo los pies, y empezó a descender el cuerpo, quedando en la posición de Buda, cogió la paleta el pincel y se puso a dar trazos en el cuadro, en algunos de los movimientos, no es que se le viesen los labios, es que se le veía hasta la campalilla de la lengua. De pronto me dice lasufridapartecontraria, ¿has visto a ese?, ese era otro nudista totalmente depelado, dice ella,”” se coje la churrina, y se la cambia de posición”” si me recuerda al Pardo dando vuelta a las salchichas en el Franfurk, mujer, querrá que le coja la misma tonalidad por todo el cuerpo. Aquí hay mucho material , replica ella si de varios colores, a lo que contesto y de todos los tamaños, mira ves venir aquí, me va a quitar algún complejo.
Lo de los colores, es porque cerca también se puso una pareja, que hablaban francés, ella blanca como la leche, el negro como el ébano, nudistas también, no creo que el persiguiera ponerse moreno.
A esto que pregunta mi hijo:
Papa, la gente que viene a esta playa es pobre……, no creo hijo por las pintas que se ven por ahí, los coches que había en el aparcamiento cuando hemos llegado y que algunos han llegado aquí en barco, creo que todo lo contrario, porque lo dices hijo; Es que como no tienen bañador
A poco llego un yate de unos diez metros, quien lo manejaba, tiro el ancla, se aseguro que estaba en el fondo, se tiro al agua y vino nadando hasta la orilla, una vez en la orilla, se quito el bañador, y se tumbo directamente en la arena a tomar el sol, por las pintas, con barbas y pelo desaliñado, a este si que le hubiera dado limosna yo, de habérmelo encontrado pidiendo.
En fin estas fueron mis vivencias en una playa nudista, la primera que visite, donde como dice Ninfa, hay una perfecta convivencia entre nudistas y textiles, en aquel caso nosotros, donde siempre he pensado volver, de forma relajada, que quizás siempre ocurran cosas normales, pero que lo que he relatado amenos a mi me parecieron hechos curiosos, y no se quizás yendo de forma relajada, sin familiares ni conocidos alrededor, quizás me contagiara del habiente.
La playa del señor Ramon.
La historia sobre la cala del Señor RAMON, que prometí contar a Ángel-rutero, y que por falta de tiempo, no he podido hacer antes.
Debo de dar la razón a Ninfa, esa cala es mixta, de nudistas y textiles, y tolerante, muy tolerante amenos en 1991, porque estaban los nudistas y nosotros y nadie dijo nada.
Como podéis intuir, corría el año 1991, agosto para mas seña, hicimos las vacaciones itinerantes, con coche nuevo, una canadiense, una bebe de nueve meses y muchas ganas de hacer kilómetros y pasarlo bien. Kilómetros hicimos mas de cinco mil, casi todos en territorio nacional, y una pequeña incursión en el medio Pirineo Frances.
En la ruta, estaba previsto parar unos días con mi familia residente en Cataluña, así que pasamos por las casas de unos y el camping LA MASIA, donde estaban de temporada mi prima la pequeña y mis tíos.
Pasamos allí unos días, digamos que la playa de Blanes, no es de las mejores para el baño de los niños, pues al tercer paso cubre, quien la conoce lo puede confirmar, nuestro hijo, que contaba con siete año, se aburría, pues ni había críos de su edad, y no le dejábamos de retirarse de la orilla, pues no estaba demasiado suelto aun en las dotes del baño, y lasufridapatecontraria, que nada solo la mitad que los peces, apenas si se mojo la punta de los pinreles, si a eso le sumamos el intenso calor, el alto grado de humedad de la zona y que la niña, casi se nos deshidrata por aquel clima que no invitaba a quedarse mucho mas, así que decidimos que los marcharíamos, y así lo comunicamos a nuestros familiares. Esa noche, uno de los fijos de la calle donde estaba mi prima su marido, y mis tíos en plan ocupa, que durante la semana hacían de canguro de la niña que estos tenían, durante la velada, recomendó visitar una cala, paradisiaca que estaba pasando Tossa de Mar, camino de San Feliú de Güïssos, por la carretera de la costa, que desde la carretera, esta señalizada, que los coches de dejan en un aparcamiento, y se baja a la cala andando, matizo, en una punta, suele haber nudistas, pero solo al final de la cala, esto lo dijo en petit comité, y no todos se enteraron yo de revote lo escuche.
Nos invitaron a quedarnos un día mas, e ir a conocer la Cala del Señor RAMON, por que no si lo que queríamos era conocer sitios diferentes, y siendo sinceros, me picaba un pelín el morbo.
Mis primos, con mi prima la mayor que vino a pasar el fin de semana, intentaron convencer a mis tíos para que no vinieran, y parece que los hados se aliaron, pues el coche de mis tíos no arrancaba, bien pese a los intentos de mi tío, el coche no arranco, pues mi tío se empeñaba en venir, no captaba, o no quería captar que los jóvenes queríamos estar en nuestro ambiente y sin el reparo de su presencia.
Ponemos camino a la cala, recorriendo parte de la preciosa Costa Brava, llegamos al aparcamiento, donde por dejar el coche, nos soplaron quinientas de las antiguas pesetas, empezamos a bajar bártulos, yo que llevaba una nevera de dos pisos, que aun conservo, como está, la habíamos atiborrado de bebidas y víveres, pedí ayuda al amigo de mis primos que nos acompañaba, y cargados de sombrillas, sillas de tijera y agarrando cada uno un extremo del asa de la nevera, nos lanzamos cuesta abajo camino de la cala.
Giramos la curva de la senda entre pinos y de pronto el amigo de mis primos exclamo.
Ossstras, nos hemos metido en una playa nudista, acabo de ver un tío en pelotas.
A lo que replico.
Pues hemos visto al mismo, o entonces hay dos, pues yo acabo de ver a otro.
Nos adentramos en la cala sin pasar muy adentro, quedándonos cerca del kiosco que había, llegaron los demás, tendimos toallas, clavamos sombrillas, y tomamos aposentos, entre risas nerviosas y miradas indiscretas a nuestro alrededor, poco poblado, por lo que la cala era casi nuestra, al final como dijo el vecino de parcela de mis primos, había nudistas, por lo que el rodal de nudistas era de punta a punta.
Yo empecé a quitarme ropa, eso si dejándome puesto en sexibañador tipo bermudas, que lasufridapartecontraria me había comprado para las vacaciones, esta me dice, que tenemos que hacer, a lo que le respondo (Ella, siempre ha sido y es muy pudorosa) Pues relajarte y ponerte cómoda, así que se saco la camiseta de esas que llegan a media pierna, y quedo en ropa de baño, hacia tiempo que vio en una tienda de mi pueblo, Manzanares, un bañador de color negro, con lentejuelas por el pecho y contorne de este, ella, desde que vino la niña, no quería por entonces usar biquinis, pues en el embarazo cogió algún kilo mas de la cuenta, además que la niña peso cuatro kilos al nacer, por lo que esto le dejo muchas estrias en el vientre, que no quería lucir, por lo que como la tienda era de un cliente mío, este me debía bastante dinero, que veía crudo de cobrar, me lleve el bañador a cuenta, era monísimo, y le quedaba de maravilla, pero no dejaba ver, ni siquiera insinuar nada, vamos que en aquel ambiente, solo le faltaba, ponerse una bufanda.
A lasufridapartecontraria la veía tensa, por lo que le pregunte; ¿Qué te pasa? a lo que contesto, QUE VERGUEZA, vergüenza de que replique yo, pues de que tu familia y sus amigos se desnuden, no creo, afirme, mi prima Tere, siempre ha hecho topless, pero de ahí no creo que pase, y así fue, además porque en aquellos momentos llegaron mis tíos que no sabemos como leches fueron capaces de arrancar el coche, y que a buen seguro corto las alas a algún posible lanzado.
Sigue llegando gente, por lo que pronto empezamos a parecer una isla textil, dentro del nudismo.
Por allí paseaba uno con mucho vello púbico y con una riñonera a la cintura, para que os pongáis en situación, si recordáis al desaparecido humorista Eugenio, pues mas o menos, las barbas, la riñonera con dos bolsillos, que parecías las gafas de Eugenio, de donde por debajo, aparecía una pequeña nariz.
De pronto aparece una mujer, que centro mutras miradas, y algún comentario y risas, paso a describirla, vertido vaporoso ceñido a la cintura por un cinturón del mismo tejido, bolso al hombro gafas de sol, pamela encasquetada y una maleta en la mano. Uno de mis primos hizo el comentario, ¿donde ira esa, se habrá perdido?, a lo que replique, ira a coger el tren. Y no no fue a coger el tren, que se puso a mi lado, soltó la maleta, saco del bolso una toalla, que extendió, paso a abrir la maleta, de la que al colocarla haciendo varios movimientos la convirtió en un atril quedando en una parte un cuadro, y de la otras tras levantar una tapa, saco la paleta y las pinturas, dejo la pamela a un lado, se desabrocho el cinturón, y empezó a sacarse el vestido. Aquello también disimulado por el vestido vaporoso, no eran peras, eran melones, si melones muy bien colocados, el pubis depilado, por lo que quedaba poco que adivinar y a la imaginación, se puso la pamela, cruzo los pies, y empezó a descender el cuerpo, quedando en la posición de Buda, cogió la paleta el pincel y se puso a dar trazos en el cuadro, en algunos de los movimientos, no es que se le viesen los labios, es que se le veía hasta la campalilla de la lengua. De pronto me dice lasufridapartecontraria, ¿has visto a ese?, ese era otro nudista totalmente depelado, dice ella,”” se coje la churrina, y se la cambia de posición”” si me recuerda al Pardo dando vuelta a las salchichas en el Franfurk, mujer, querrá que le coja la misma tonalidad por todo el cuerpo. Aquí hay mucho material , replica ella si de varios colores, a lo que contesto y de todos los tamaños, mira ves venir aquí, me va a quitar algún complejo.
Lo de los colores, es porque cerca también se puso una pareja, que hablaban francés, ella blanca como la leche, el negro como el ébano, nudistas también, no creo que el persiguiera ponerse moreno.
A esto que pregunta mi hijo:
Papa, la gente que viene a esta playa es pobre……, no creo hijo por las pintas que se ven por ahí, los coches que había en el aparcamiento cuando hemos llegado y que algunos han llegado aquí en barco, creo que todo lo contrario, porque lo dices hijo; Es que como no tienen bañador
A poco llego un yate de unos diez metros, quien lo manejaba, tiro el ancla, se aseguro que estaba en el fondo, se tiro al agua y vino nadando hasta la orilla, una vez en la orilla, se quito el bañador, y se tumbo directamente en la arena a tomar el sol, por las pintas, con barbas y pelo desaliñado, a este si que le hubiera dado limosna yo, de habérmelo encontrado pidiendo.
En fin estas fueron mis vivencias en una playa nudista, la primera que visite, donde como dice Ninfa, hay una perfecta convivencia entre nudistas y textiles, en aquel caso nosotros, donde siempre he pensado volver, de forma relajada, que quizás siempre ocurran cosas normales, pero que lo que he relatado amenos a mi me parecieron hechos curiosos, y no se quizás yendo de forma relajada, sin familiares ni conocidos alrededor, quizás me contagiara del habiente.