Buenas de vuelta de eslovenia y croacia, el camping Sobec uno de los mejore que he visto , espacio enorme , un trozo de monte con rio y sin parcelas te pones donde quieras.
Croacia no lo recomiendo en verano a no ser que te guste mucho la playa y las multitudes.
Las poblaciones costeras que yo visité en Croacia, bien me hacen desear la vuelta y su exploración más detenida. Además, la península de Istria, es, precisamente la más masificada y turística, por lo que un verano, por todo su estrecho y larguísimos litoral lleno de islas y territorios menos masificados, se me antoja de lo más aconsejable.
No estoy de acuerdo, pues, todo y que reconozco que Croacia ya está descubierta, de haber podido llegar en el 2008, año en que era mi destino y ciertos imprevistos lo impidieron, seguro que aun hubiera visto una Croacia mejor para el turismo, pero no puedo decir que no haya encontrado un pais precioso y amable.
Respecto al camping Sobec, lo exploré y me marché, porque precisamente el "campi qui pugui" lo de ponte donde quieras, que tambien es práctica en el camping Bled, no es lo mejor, a la práctica cuando hay turismo de masas, difícil encontrar un sitio libre y mucho menos elegir entre diferentes emplazamientos según proximidad de sanitarios, o zona de baño. A mí me fué imposible, y partes sin ocupar, mostraban vehiculos o elementos anexos que no definen muy bien si el espacio está libre o no.
En cualquier caso, yo defiendo esa práctica, me gusta poder escoger dónde quedarme sin numerar, pero en este caso, con el de Bled, ya tuve bastante, puesto que me tuve que alejar bastaante de la entrada.
El problema del camping Sobec es que cada ocasión que quieras ir al majestuoso lago, deberás hacer colas, en ocasiones llegan desde Bled, al mismo camping Sobec e incluso lo sobrepasan unos kilómetros.
Disfrutar del lago Bled a la salida del propio camping en chancletas es el mayor lujo del lugar desde mi punto de vista. De todos los lagos vistos en este viaje: Isseo, Garda, Boinjh, Wtethersee, Bled y otros, sin duda el de Bled es el enclave más bucólico, con un tamaño humano que lo hace ideal para recorrer, nadar, hacer runing en su perímetro de 6 km, o pasear y contemplar el espesor verde que lo cierra y rodea en altura.