Nosotros el primer viaje largo (Mataró - París) lo hicimos, en parte, de noche, y no salió muy bien... Al principio bien, salimos de casa hacia las 8-9 de la noche, paramos a cenar un poquito ligero y, al poco, el pequeñajo (3 años) ya dormía, y la mayor (9 años) creo que también. Como de noche se va muy tranquilo, al menos es nuestro parecer, fuimos tirando, tirando hasta las 4 de la madrugada. Paramos en un área y ahí se lió. El peque se despertó y no hacía más que dar por saco. Al final lo "echamos" del coche (no llevábamos caravana) dos minutos y con eso se le pasó la tontería y pudimos dormir hasta que salió el sol.
Para el siguiente viaje, aunque no era tan largo, ya no nos la jugamos. DVD portátil y tropecientas películas de dibujos animados. Pero en tu caso es todavía demasiado peque, aunque partís con la ventaja de ir con la auto, con lo que es más fácil que uno de vosotros esté con él jugando, leyéndole cuentos o lo que le apetezca. Ya explicarás la experiencia, al fin y al cabo sólo hay que poner un poquito de sentido común. Si tú necesitas estirar las piernas cada dos horas, imagínate el peque!