BASTA YA
No hay receta más clásica para un casado que:
EL FILETE
Todo casado se cree que hay un plato que sabe hacer. El 98 por ciento de nosotros nos creemos que es el filete, y tenemos razón. Hasta nosotros somos capaces de hacer un filete, sobre todo si no nos liamos con parillas ni barbacoas y nos limitamos a freírlo en la sartén.
Compra el filete más caro que veas, más o menos del grosor de los tacones de las drag canarias.
Salpimentarlo generosamente, sin miedo a que se te ponga duro por echarle sal antes de cocinarlo. La sal no endurece los filetes. La pobreza es la que los vuelve duros, y a veces inexistentes.
Pon medio vaso de cualquier aceite (que no sea Repsol o cualquier otro que se compre en gasolineras, tampoco sirve el de colza) en una sartén. Calientalo hasta que el humo te impida respirar.
Quítale las pilas al detector de humos y gases y echa el filete a la sartén.
Juguetea con él, dala bien de vueltas y pinchalo sin parar con un tenedor y un cuchillo. No es que esto mejore el filete, pero te entretiene y evita que te pongas a mirar el partido en la tele y conviertas el filete en suela para los zapatos.
En cuanto te parezca que le faltan un par de minutos, es que ya está y lo puedes retirar del fuego.
Se sirve con whisky y patatas fritas del McDonald´s recalentadas.
Por la vida, Ilis
No hay receta más clásica para un casado que:
EL FILETE
Todo casado se cree que hay un plato que sabe hacer. El 98 por ciento de nosotros nos creemos que es el filete, y tenemos razón. Hasta nosotros somos capaces de hacer un filete, sobre todo si no nos liamos con parillas ni barbacoas y nos limitamos a freírlo en la sartén.
Compra el filete más caro que veas, más o menos del grosor de los tacones de las drag canarias.
Salpimentarlo generosamente, sin miedo a que se te ponga duro por echarle sal antes de cocinarlo. La sal no endurece los filetes. La pobreza es la que los vuelve duros, y a veces inexistentes.
Pon medio vaso de cualquier aceite (que no sea Repsol o cualquier otro que se compre en gasolineras, tampoco sirve el de colza) en una sartén. Calientalo hasta que el humo te impida respirar.
Quítale las pilas al detector de humos y gases y echa el filete a la sartén.
Juguetea con él, dala bien de vueltas y pinchalo sin parar con un tenedor y un cuchillo. No es que esto mejore el filete, pero te entretiene y evita que te pongas a mirar el partido en la tele y conviertas el filete en suela para los zapatos.
En cuanto te parezca que le faltan un par de minutos, es que ya está y lo puedes retirar del fuego.
Se sirve con whisky y patatas fritas del McDonald´s recalentadas.
Por la vida, Ilis