Pues si, pero es una pena que en pleno siglo XXI, con una educación y una formación media que se supone que es superior a la de hace veinte años, no seamos capaces de expresar nuestras ideas sin faltar al respeto o no seamos capaces de respetar y rebatir con educación las ideas de los demás. A mi me parece mucho más edificante hablar con quién no piensa como yo que hablar con gente que tiene ideas parecidas a las mías. Por otra parte, dejar de hablar de algo que está en la calle me parece que es esconder la cabeza como los avestruces, porque la realidad está ahí y es precisamente en estos momentos, en los que la sociedad se está polarizado, cuando más falta nos hace hablar.