Pues entonces tú verás qué decides: Si vienes a Ourense ya sabes llegar a Allariz... te acercas al campin Os Invernadoiros y haces allí cuartel general. Luego te acercas al Cañón del Sil, paseas en el catamarán, visitas los monasterios de San Esteban y Ribas que están uno al lado del otro, puedes comer en el primero que es "parador nacional" o algo así, y todavía te queda, todos en un radio de 10 kms. el monasterio de Rocas, que es un cenobio dentro de una cueva... Al otro día pillas las chancletas, la toalla y el traje de baño, y os vais a las termas. Podéis ir con el coche hasta el sitio, o estacionar en la ciudad y desplazaros en el "chucu-chú" que es un trenecito que os lleva (aunque despacio) en plan turista.
Como lo de ir a las termas os va a gustar, repetiréis unas cuantas veces, combinando con un recorrido por las calles de la ciudad y por los bares del casco viejo, tomando tazas del Ribeiro y pinchos... o comiendo... que hay de todo, bueno y asequible.
Lógicamente, visitaréis las tres cosas que hay en Ourense y que no las hay en el mundo entero (como reza el dicho): El puente romano, el más grande y con mayor punto de luz de todos los construidos por los romanos; el Santo Cristo, que dicen que está hecho sobre un cadáver embalsamado; y las Burgas que manan agua hirviendo...
Ourense es una de esas ciudades desconocidas en las que a veces se para la gente y queda sorprendida...