EL PARTE. DIA 5 - SEGUNDO DIA DE TURISMO EN VENECIA
Tras desayunar tranquilamente y estar de relax un rato en el camping, hacia las 12 del mediodía hemos cogido el bus hacia la
Piazzale de Roma. Esta vez, en lugar de coger el vaporetto hasta la Plaza de San Marcos, hemos ido a pie por el laberinto de callejuelas de Venecia hasta el lugar donde nació Marco Polo. Digo "el lugar" porque la casa no existe, en su lugar hay un edificio con una placa explicativa. No tiene nada de especial, la verdad, pero queríamos hacerno a la idea de donde nació uno de los viajeros más aventureros de la historia. Pero callejear por Venecia sí es muy especial, con sus plazoletas, callejones y callejuelas por donde en algunas a penas pasan dos personas una al lado de otra. Otra cosa obligatoria que hacer en Venecia: perderse por sus calles. Vale mucho la pena.
Luego hemos continuado hasta
Fondamente Nove, muy cerca de allí, para coger un vaporetto hasta las islas de Burano y Torcello. En total desde la Plaza de Roma hasta la parada del vaporetto habremos andado unos 40 minutos, prácticamente sin parar. Una vez allí, hemos aprovechado para comer (otra vez pasta y pizza) antes de salir hacia las islas. El vaporetto tarda cerca de una hora en llegar a Burano. Este pueblecito es de postal, con sus casitas pintadas de llamativos colores. Otra visita obligada. Luego nos hemos acercado a Torcello, tan solo a cinco minutos de Burano en vaporetto. Es la isla menos turística del habitual trío (Murano, Burano y Torcello), y es diferente a las otras dos. A pesar de su rica historia (estuvo más poblada que la mismísima Venecia) hay pocas casas (esparcidas aquí y allá, sin un centro urbano definido) y actualmente viven muy pocas personas en ella. Un lugar muy calmado y relajado, y su monumento más importante, la iglesia de Maria Asunta, merece una visita.
Ahora, a darnos una buena ducha, a cenar, un rato de relax, luego una peli y a dormir (normalmente estas dos últimas actividades se solapan
). Como se nos acaba el abono de transporte público, mañana no tomaremos vaporettos: a patear se ha dicho.
A partir de la frontera, a medida que íbamos subiendo, han empezado a aparecer caravanas por la autopista, y nos hemos vuelto a sentir personas normales 
