Llegó un oficial a un acuartelamiento que tenía cierta fama de "libidinoso" y puso en formación a todos los soldados, les ordenó que se desnudaran, y fue examinando uno a uno...
- A ver. Ud., por qué tiene el chisme tan rojo?
- Es de estar con La Trini, mi capitán!.
- Queda Ud. arrestado, so guarro!!!
Y así, uno tras otro...
Hasta que, ya acabando..., encontró uno que lo tenía intacto..., se cercioró por si acaso..., y..., ¡sí!..., estaba sano del todo!!!
- Este es un soldado como es debido!!!, mirarle so cerdos...
Así tenéis que ser todos, que podáis dominaros y no sucumbir antes las más miserables tentaciones....
A ver, díganos bien alto su nombre, para que todos sus compañeros sepan lo que están ante un hombre hecho y derecho...
- Yo soy La Trini, mi capitán