Ese año 1996 fue cuando me puse yo a salir con la que hoy es mi mujer. Eramos unos crios de 17 años.
Ella ha veraneado en Biescas desde siempre, pero en una casa en el pueblo y ese año, cuando llegaron las noticias, tal y como hizo todo el pueblo, se volcaron en ayudar a la gente. Asi, su familia (o sea, mis suegros) acogieron en casa a una familia de catalanes que habian perdido a la abuela. Era un matrimonio joven, con una niña de 1 añito y un chico de 5, el cual, en medio de la riada, fue arrancado por el agua de los brazos de su padre. Imaginaos la escena! Gracias a Dios, un hombre agarrado a un arbol vio pasar al chiquillo arrastrado por las aguas y lo agarró.
Hoy, 20 años después, tenemos una familia encantadora en Cataluña, a la que consideramos parte nuestra. Ellos siempre lo dicen, perdieron a una abuela pero ganaron una familia entera...
Biescas nos pilla muy de cerca...