Mesperaza, yo viajaba por Europa con dos botellas de gas de las grandes. En la cv, venía sitio para dos y yo que me las llevaba. Imagina el peso estúpido. Sobretodo porque luego averigué que cocinando lo habitual (casi a diario) y usando ocasionalmente la calefacción en verano (poco poco) con una de ellas podía estar un mes.
Ya quité una, y le puse propano, aun así, sigue durando cualquier ruta en verano por Europa. Yo seguía obsesionado porque fuera de España, si me quedaba sin gas, no tendría opción, así que llevaba tambien una placa eléctrica.
Ahora llevo una K6 la encuentro más segura, más portátil, con asas como más gomificadas, parece que aguanta más un golpe y de capacidad relativamente buena.
La idea de los compis de llevar una azul de reserva está genial. En realidad, el problema radica en no saber cuanto gas te queda, yo prefiero, por 12 euros, si viene ruta larga, llevarla llena al salir y punto. Pero esa alternativa está bien
Otra opción, como aquí me han indicado es pesarla. Con una báscula podras saber cuánto te queda de gas, solo que yo no llevo ni báscula ni romana ni dinamómetro colgante para saberlo, entonces sigo llenándola cuando salgo. Ahora que saldré más en invierno, si se me acaba, pues la relleno, en España no hay problema y mi alternativa, siempre es la luz, la corriente hará funcionar la placa de inducción y/o un calefactor.
REspecto a la seguridad, yo, con dos bombonas, siempre me he sentido seguro, he visto que llevaba muchos aireadores, y cuando cocino, la ventana siempre está abierta, no uso extractor. Ahora la nueva lleva la alarma en el techo, creo que es buena cosa.
El problema de llevar la azul, es tener que poner otra manguera o adaptadores, y aunque para algunos es muy fácil, yo tiré una cocina exterior porque cada vez que la conectaba con brida de hierro a la goma, saltaba pegando un pepinazo, supongo que porque era propano, no importa, ya es tarde, la seguridad lo primero.