Yo sí tengo el placer de conocer a Marta desde que era adolescente, aunque nos hayamos visto menos de lo que nos gustaría, y estoy segura de que será un pedazo de doctora, porque es un pedazo de buena persona.
A los que tenemos hijos siempre nos enorgullecen sus éxitos, yo creo que a veces incluso nos hace más ilusión a nosotros que a ellos, aunque sean mínimos o intrascendentes. Ayer, por ejemplo, acompañé a Pau (17 primaveras) al esplai donde va todos los sábados, y donde el próximo año ya empezará a hacer de monitor. Fue bajar de la moto y dos peques de 6-7 años vinieron corriendo a abrazarle, a uno lo cogió en volandas y le dio varias vueltas mientras el otro esperaba su turno. Luego, a la hora de merendar, le vi ayudar a otro pequeñajo a escoger un trozo de tarta y a que no se le cayera mientras se la comía... Sí, es una tontería, pero ver cómo se preocupaba de los peques me hizo enorgullecerme de él. Aunque suspenda filosofía y todavía no tenga claro que va a hacer sé que las bases son firmes, espero que tan firmes como las de Marta (que de ella iba el hilo y me he ido por las ramas), pero conociendo a Manolo y Geles no me extraña nada.
Un besazo!!!