El fin del roaming en Europa abre la puerta a nuevas subidas en la factura del móvil
"Roam like at home", ese es el concepto que ha impulsado la Comisión Europea desde hace muchos meses para que este verano viajar con el móvil por Europa, y utilizarlo, no suponga un sobrecoste para el usuario. Pero, por otra parte, esto podría incrementar la factura del cliente en el caso de las tarifas planas, es decir, podría haber una subida indirecta.
Aunque a priori el organismo ha conseguido sacar adelante este proyecto y los operadores no deberían cobrar ni un céntimo en los datos y la navegación cuando se viaje por la Unión Europea (UE), lo cierto es que no puede hacer nada con los precios que fijan los operadores.
De hecho, desde la Comisión Europea no niegan que el usuario final pueda ver incrementada su factura a partir del 15 de junio, momento en el que entra en vigor la medida.
El problema que ven los operadores es el siguiente: la Comisión Europea ha establecido un precio por cada gigabyte, que es la medida que se utiliza para medir los datos móviles. Antes de seguir con la explicación, hay que destacar que los operadores, cuando desvían llamadas a otros países, deben utilizar redes de otras compañías, lo que eleva el precio del gigabyte. Algo que ha sido contemplado en el cálculo.
Se trata de un coste que se debe añadir al que ya supone generar ese gygabyte en el país de origen, y que tiene mucho que ver con el levantamiento de antenas e infraestructuras por todo el territorio nacional.
Desde el organismo aseguran que tras la realización de múltiples y exhaustivas pruebas el precio del gigabyte es de 7,7 euros. De hecho, reconocen que lo han elevado hacia arriba para dejar un buen margen de negocio a los operadores.
España votó 'No' al fin del roaming
Sin embargo, las compañías españolas de telecomunicaciones no están de acuerdo con este precio, considerándolo por debajo de lo que realmente les cuesta generar cada gigabyte. De hecho, en la votación parlamentaria de esta medida España fue uno de los cuatro países, del total de los 28 que forman la Unión Europea, que dijo 'No'. Una decisión que sin duda estaría consensuada con los principales operadores españoles, que cuentan con grupos de lobby para influir en lo que hace el Gobierno, algo que no ha pasado desapercibido en la Unión Europea.
"Si miramos los precios antes de esta regulación los operadores estaban cobrando 9 euros por gigabyte según datos de las consultoras. El tema es si ahora van a vender por arriba o por debajo de los costes. Pensamos que con el precio al que hemos fijado el gigabyte tienen margen de sobra para hacer negocio sin subir tarifas", han dicho las mismas fuentes.
Se trata de una situación que podría suponer subidas en la factura si los operadores, obligados a no cobrar a sus usuarios cuando usan el móvil dentro de Europa, consideran que el precio del gigabyte es más alto de lo que les cuesta generarlo.
Así las cosas, en 2018 el organismo europeo realizará un informe para ver cómo está funcionando el mercado y en 2019 revisará de nuevo los costes. En España la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia) será quien estudiará el proceder de los operadores españoles y los sancionará cuando proceda.