Voy a meter un poco de cizaña.
Aquí, al menos en la esencia del término, no es campista ni Dios. Bueno sí, hay uno, el monigote del encabezado de la web. Un señor que está montando su canadiense en un prado al atardecer. Puede, ¿que más da?, que la esté desmontando al amanecer. El resto somos un colectivo amanerado que intentamos demostrar nuestro "amor" a la naturaleza, la "vida" al aire libre y la libertad de dormir bajo el cielo estrellado. ¡PAPARRUCHAS!.
Solo hay que ver los hilos que se abren. Necesitamos un coche de 250 CV para arrastrar una caravana de 4 ambientes y 2 ejes o una autocaravana, de 9 metros, con parabólica. El personal de aloja en campings de 80€ la noche porque tiene piscina climatizada, nos entretienen a los críos con los payasos de la tele, hay toboganes, buen restaurante, baile por la noche o dan 12 amperios en lugar de 6.
Lo de la "convivencia" se terminó hace años, muchos años. No te saluda el de al lado, mosqueos por la mala costumbre de invadir la parcela del vecino. Esos 30 cm que se apoderan con la cuerda/tendedero, con el culo del coche o con la bici del niño. No hablo de las sardinadas, los guarros de los baños y de los ruidos nocturnos. Supongo que es un reflejo de la sociedad actual, lo que en realidad somos, y en la que estamos todos atrapados.
En resumen, aquí no hay un campista. . . . . . . ni de lejos. Me incluyo.
Saludos.