Este es un caso real: Un matrimonio que, partiendo de bienes gananciales, construye una casa en un terreno propiedad de la madre de la esposa, que, evidentemente, les da autorización para hacerlo. Pasado un cierto tiempo el matrimonio se separa, y los bienes gananciales son la mitad del esposo y la mitad de la esposa. Además, la esposa, por las razones que sean, abandona el hogar común y se enfada con su madre. El esposo, que en el reparto de bienes gananciales le correspondió la casa, quiere venderla... pero resulta que la suegra, antes de morir, en el testamento le deja el terreno a otro hijo, que no sólo no autoriza la venta del usufructo del terreno donde está la casa, sino que formula demanda de desahucio contra el esposo.
Existen muchos vericuetos jurídicos para pleitear, pero todas las de perder las tiene el esposo por aquello de "El que construye en tierra ajena pierde la cal y pierde la arena".
Aunque la que abrió el hilo no ha vuelto a decir ni pío, quizás porque ya ha comprendido mi consejo de "pagar y callar", el tema es muy interesante, pues hay muchos "fijos" con "bunga" o con "movil-home" o con caravana, que piensan que tienen un chalé de verano... hasta que se enfrentan con la realidad jurídica de que, o lo que tienen tiene ruedas y se puede llevar remolcado, o lo que realmente tienen es un usufructo por el que pagan una cantidad anual que pueden "traspasar" con el "visto bueno" del dueño del terreno (campin) que, al final y cuando le convenga, tiene la sartén por el mango para imponer sus derechos.
Que luego algunos dueños de campin exijan o no esos porcentajes en los traspasos, es otro problema.
Y, de los interesado en el desarrollo de este hilo, aquellos que podáis estar pensando en adquirir un "bunga" o un "móvil-home", pensarlo bien antes de meteros en esta "jardinería" jurídica y fiscal, y echar cuentas de cuántos alquileres (o estancias con vuestra caravana) podéis pagar con el dinero que puede costar un "bunga".