Hace un ratito que hemos llegado a casa; lo primero, evidentemente, dar las gracias a esa Inma y esa Elena por lo bien que lo han organizado todo (también estaba todo tan bien, que hasta se puede ampliar el agradecimiento a Fran y Charro).
También las gracias a Beni y Quique, que no se habían visto nunca en un embolado como éste y han salido de él con nota, aunque en alguna ocasión a punto del infarto.
A los que nos conocemos pues, ... joder, que sois lo mejor de cada casa, y a los nuevos: ha sido un placer. Sobre todo a Marconistas, esa Paloma que buena gente, aguantando a ese señor mayor que no se separaba de ella (Diego creo que se llamaba), a Adán, chico discreto donde los haya, que te enteras que ha estado a posteriori, pero en el momento si no fuera por sus modelitos (léase ese pijama de rayas, ese verdugo, sombrero o lo que fuera, ...) ni le ves, eso sí a ver si conseguimos que sea más risueño y se ría algo, Mele, y esa caravana nueva, que seguro que va a dar mucha guerra, y todos los demás que por no escribir El Quijote omito.
Muchas gracias a todos, y espero que pronto volvamos a coincidir.