BASTA YA
¿Por qué no me voy a vivir a un hotel o a una barcaza? (la autocaravana la tiene Isa con candado) Que bien lo decía Fray Luis de León:
¡Que descansada vida
la del que huye del mundanal ruido
y luego se larga a las Mauricio a pasar una temporada!
Esto es lo que le pasa por la cabeza a un casado cuando ve una reposición de "Lawrence de Arabia" o escucha medio curda aquello de "Caminante no hay camino". Por un momento, la idea de la peregrinación irresponsable resulta fascinante. Yo siempre recapacito. ¿Podrian obligarme para hacer mis pagos de pensión a Isa en Samarkanda? ¿Dónde voy a guardar mi colección de jarras de cerveza y mi videoteca de ...."El mundo en guerra"? ¿Y que hago con el seguro médico y las revisiones del psquiatra?.
La morada fija es un invento reciente, de sólo once o doce mil años de antiguedad. No obstante, el instinto de tener una casa es muy poderoso. Y es que está relacionado con la evolución humana. Otros animales, al evolucionar, transformaron sus uñas en garras (las mujeres andan en ello), sus hocicos en trompas, sus aletas en pulgares y así sucesivamente. Mutaron partes de sí mismos. Nosotros, en cambio, mutamos partes de otros animales: transformamos los tendones del reno en hilo de coser, la piel del oso en mantas, etc. Pero a nosotros mismos no nos mutamos nada y seguimos, practicamente, idénticos (salvo algún pelillo de menos en la tripa) a como éramos cuando bajamos de los árboles. El hombre ha experimentado un enorme progreso evolutivo. Pero nuestra evolución está revuelta por el suelo y necesitaos un lugar donde recogerla.
Es verdad que podemos citar varias tribus primitivas que aún no han adquirido costrumbre de domicilio permanente y parecen vivir bastante contentas. Pero ése no es motivo suficiente para que un machote civilizado y normal se eche a la espalda sus vigas de 2x4, sus tejas y sus ladrillos y lo vuelva a montar todo en los pastos de verano de la cabra montés.
El hombre casado, necesita tener "SU" casa, como podría haber dicho Rubén Darío, "es el lugar donde no tienen más remedio que admitirte cuando no te queda más remedio que volver" Yo añadiría : "sobre todo si vives con una mujer y la hipoteca está a tu nombre"
Un hogar propprciona intimidad. En él puedes hacer ruido (cuando la vecina no está), el amor (cuando la nevera está estropeada), o el guarro (cuando Isa tiene convención de empresa). En "TU" casa no debería hacer falta esconder las revistas pornog......digo del Mundo en Guerra, debajo de los calcetines al fondo del cajón. Lo que sí te proporciona un hogar es un sitio donde dejar la ropa sucia, que si no, tendrias que llevar contigo a todas partes. Además, tu hogar es un buen sitio para guardar pertenencias valiosas, como quijadas de burro (si un hombre solo pudo matar a, no se cuantos, filisteos; no debería ser dificil hacerlo con una sola mujer). A esto hay que añadir que en un hogar no te aburrirás nunca con la de cosas que hay que hacer en una casa. Y no tiene la misma gracia mear desde la ventana de otro.
Un hogar te da una dirección postal que te permite recibir facturas de las targetas de crédito de Isa, propaganda de los bancos, invitaciones a bodas de primos.....(Ummm Quizás no sea una ventaja despues de todo). Pero, si te comparas una casa, es una inversión. Y después de liquidar a los fontaneros, electricistas y desratizadores, de cambiar el tejado, de pagar los impuestos y volver a venderla, sólo serás ligeramente más pobre que antes de empezar.
Tener una casa te evita vivir con tus padres. Pero también es cierto que vivir con los padres, como todas las formas de masoquismo, tiene sus compensaciones: siempre saves exactamente quién tiene la culpa de todos los problemas. Cuando yo era soltero, no era así. La cosa cambio cuando he tenido hijos. Lo de "vive con su madre" queda fatal en los folletos de propaganda electoral si te quieres dedicar a la política.
Por otra parte, tener casa es muy bueno para el equilibrio psicológico. Mi psiquiatra ha demostrado que el deseo de volver al claustro materno es un elemento normal, e incluso saludable, de mi estructura mental ¿Y no va a ser mucho más saludable si ese claustro tiene tele con antena parabólica y un gran mueble-bar bien surtido?
Por la vida, Ilis
¿Por qué no me voy a vivir a un hotel o a una barcaza? (la autocaravana la tiene Isa con candado) Que bien lo decía Fray Luis de León:
¡Que descansada vida
la del que huye del mundanal ruido
y luego se larga a las Mauricio a pasar una temporada!
Esto es lo que le pasa por la cabeza a un casado cuando ve una reposición de "Lawrence de Arabia" o escucha medio curda aquello de "Caminante no hay camino". Por un momento, la idea de la peregrinación irresponsable resulta fascinante. Yo siempre recapacito. ¿Podrian obligarme para hacer mis pagos de pensión a Isa en Samarkanda? ¿Dónde voy a guardar mi colección de jarras de cerveza y mi videoteca de ...."El mundo en guerra"? ¿Y que hago con el seguro médico y las revisiones del psquiatra?.
La morada fija es un invento reciente, de sólo once o doce mil años de antiguedad. No obstante, el instinto de tener una casa es muy poderoso. Y es que está relacionado con la evolución humana. Otros animales, al evolucionar, transformaron sus uñas en garras (las mujeres andan en ello), sus hocicos en trompas, sus aletas en pulgares y así sucesivamente. Mutaron partes de sí mismos. Nosotros, en cambio, mutamos partes de otros animales: transformamos los tendones del reno en hilo de coser, la piel del oso en mantas, etc. Pero a nosotros mismos no nos mutamos nada y seguimos, practicamente, idénticos (salvo algún pelillo de menos en la tripa) a como éramos cuando bajamos de los árboles. El hombre ha experimentado un enorme progreso evolutivo. Pero nuestra evolución está revuelta por el suelo y necesitaos un lugar donde recogerla.
Es verdad que podemos citar varias tribus primitivas que aún no han adquirido costrumbre de domicilio permanente y parecen vivir bastante contentas. Pero ése no es motivo suficiente para que un machote civilizado y normal se eche a la espalda sus vigas de 2x4, sus tejas y sus ladrillos y lo vuelva a montar todo en los pastos de verano de la cabra montés.
El hombre casado, necesita tener "SU" casa, como podría haber dicho Rubén Darío, "es el lugar donde no tienen más remedio que admitirte cuando no te queda más remedio que volver" Yo añadiría : "sobre todo si vives con una mujer y la hipoteca está a tu nombre"
Un hogar propprciona intimidad. En él puedes hacer ruido (cuando la vecina no está), el amor (cuando la nevera está estropeada), o el guarro (cuando Isa tiene convención de empresa). En "TU" casa no debería hacer falta esconder las revistas pornog......digo del Mundo en Guerra, debajo de los calcetines al fondo del cajón. Lo que sí te proporciona un hogar es un sitio donde dejar la ropa sucia, que si no, tendrias que llevar contigo a todas partes. Además, tu hogar es un buen sitio para guardar pertenencias valiosas, como quijadas de burro (si un hombre solo pudo matar a, no se cuantos, filisteos; no debería ser dificil hacerlo con una sola mujer). A esto hay que añadir que en un hogar no te aburrirás nunca con la de cosas que hay que hacer en una casa. Y no tiene la misma gracia mear desde la ventana de otro.
Un hogar te da una dirección postal que te permite recibir facturas de las targetas de crédito de Isa, propaganda de los bancos, invitaciones a bodas de primos.....(Ummm Quizás no sea una ventaja despues de todo). Pero, si te comparas una casa, es una inversión. Y después de liquidar a los fontaneros, electricistas y desratizadores, de cambiar el tejado, de pagar los impuestos y volver a venderla, sólo serás ligeramente más pobre que antes de empezar.
Tener una casa te evita vivir con tus padres. Pero también es cierto que vivir con los padres, como todas las formas de masoquismo, tiene sus compensaciones: siempre saves exactamente quién tiene la culpa de todos los problemas. Cuando yo era soltero, no era así. La cosa cambio cuando he tenido hijos. Lo de "vive con su madre" queda fatal en los folletos de propaganda electoral si te quieres dedicar a la política.
Por otra parte, tener casa es muy bueno para el equilibrio psicológico. Mi psiquiatra ha demostrado que el deseo de volver al claustro materno es un elemento normal, e incluso saludable, de mi estructura mental ¿Y no va a ser mucho más saludable si ese claustro tiene tele con antena parabólica y un gran mueble-bar bien surtido?
Por la vida, Ilis