Tiene algo de relación con lo que pienso de estas cosas, así que lo cuento.
El sábado mi peque amaneció con otitis, bueno, ya pasamos una noche toledana con los dolores, así que a primera hora me voy de urgencias al ambulatorio, que me pilla cerca, llegamos un poco antes de la hora de apertura (las 09:00) y la enfermera (o ATS, o lo que fuera) nos avisó de que no había pediatra, yo pensé "las otitis de los niños no deben ser tan diferentes a los mayores", y los que tenéis niños ya sabréis un poco como va esto, antibiótico, gotas y pa' casa. Pues llega el médico, pasa, pasamos con él, ya que llegó a las 9:00 en punto, y a los cinco minutos, por fin, "nos pone" con él (no había nadie más implicado en el ambulatorio) desde la puerta, sin llegar a entrar, me dice, casi literalmente "no puedo atenderla ya que el seguro no me cubre si atiendo a niños" Atentos a lo que implica, lo que él médico temía era una denuncia en caso de problemas, no que no supiera atender a niños.
Hay que a meditar por qué alguien que ha hecho el juramento ese de los médicos hace cosas así, de entrada, no era nada urgente, eso lo primero, no quiero dudar que de serlo la habría atendido, pero luego lo que queda es que a todos nos aprietan por todas partes, digamos que no me extraña que la justicia sea tan lenta, si alguien denunció a un médico por eso, a lo mejor llevaba razón, pero el seguro "se escurrió", y le tocó pagar de su bolsillo, simplemente por atender a un niño.
La relación que veo es que, si al chaval le pasa algo "trabajando para el camping" (al menos dos foreros opinan que, de alguna manera, trabajaba en el camping) el que tiene un problema gordo es el dueño del camping. Eso explica muchos casos de aparente "falta de humanidad", el temor a una denuncia.