Interesante el hilo, aunque llego un poco tarde
Me encantan las tiendas de barrio, pero el progreso es el progreso (que no significa necesariamente avance) y cuando hay varias opciones la gente tira a lo más cómodo o lo que más le conviene.
Creo que el futuro del pequeño comercio es especializarse y saber aconsejar al cliente. Eso que hacía casi cualquier tienda hace 50 años pero que hoy día saben hacer muy pocas. Es muy fácil encontrar tiendas pequeñas con personal que tiene poca idea de lo que vende. Menos de lo que una persona medianamente formada puede averiguar por Internet en media hora. Y aquí incluyo mercerías, ferreterías, tiendas de electrodomésticos y hasta concesionarios de coches. Todavía quedan algunas con verdaderos profesionales, pero cada vez son menos. Por cierto, cuando necesito algún componente electrónico suelo comprar en una tienda de estas, con gente que sabe, aunque gaste más en gasoil que lo que me cuestan los componentes (y 3 o 4 veces más que lo que me costaría en Internet).
Luego está el tema del stock: vas a una ferretería y no tienen la mitad de las medidas de los tornillos, ni tacos fisher sx, ni ángulos de todos los tipos... A ver señores, ya sé que es complicado, pero una ferretería tiene que tener de todo o casi de todo y alguien que sepa aconsejarte, porque si no te vas al Leroy.
Y si hablamos de tiendas de informática el tema es mucho peor: el 90% del catálogo es bajo pedido, así que para eso ya me lo pido yo mismo desde mi casa.
Las agencias de viajes: yo tengo mi agencia de confianza tradicional, pero es que muchas veces tardan en buscarme una combinación de vuelos varios días, cuando yo lo hago en 15 minutos por Internet. Muchas veces busco yo mismo los vuelos y doy orden a la agencia para que los compre y me los facture. Si no espabilan tienen los días contados.
Disfruto muchísimo cuando entro en un pequeño comercio bien llevado, da igual qué venda: libros, herramientas, botones, pescado, etc. Pero muchos de ellos, si no espabilan y dan un servicio especializado y profesional tienen los días contados. Antes un pequeño comercio mediocre podía subsistir porque era necesario, pero ahora no, porque hay otras alternativas.