ALERTA AMARILLA EN EXTREMADURA
Villanueva se recupera de una gran tromba de agua y granizo
Durante toda la mañana han sido muchos los negocios de la calle San Francisco los que se han dedicado a limpiar los restos de la tormenta
La alerta amarilla que existe en Extremadura hasta las 00:00 horas de hoy se está dejando notar otra vez esta tarde en Badajoz, donde algunas calles vuelven a inundarse. Lugares como la carretera de Sevilla, Las Vaguadas, la carretera de Valverde y Suerte de Saavedra están teniendo problemas. Precisamente, en este último barrio, se encuentran los bomberos ahora mismo al quedarse algún vehículo atrapado en la inundación de la calle Hernández Gil.
Ayer las fuertes tormentas que cayeron sobre la ciudad descargaron 20,4 litros de lluvia por metro cuadrado, unos registros que se midieron en el edificio que la Agencia Estatal de Meteorología tiene en el campus universitario de Badajoz.
Anoche en Villanueva
Comerciantes y vecinos de Villanueva de la Serena mirarán al cielo durante el resto de la jornada de hoy con la esperanza de que no se repita la tormenta que afectó a la ciudad en la noche de ayer. Durante toda la mañana han sido muchos los negocios de la calle San Francisco los que se han dedicado a limpiar los restos de la tormenta que asoló la ciudad entre las 22:00 y las 22:30 horas.
Fue entre las 21:50 y las 22:30 horas, aproximadamente, cuando una tormenta con abundante granizo, viento y lluvia descargó con fuerza sobre Villanueva de la Serena, afectando especialmente a la calle San Francisco y sus alrededores, la plaza del Corazón de Jesús, la calle Hernán Cortés y la plaza de Salamanca.
La tormenta no causó ningún daño personal, aunque sí desperfectos, inundaciones de garajes y locales comerciales cuyos propietarios todavía se esfuerzan en las tareas de limpieza.
Bares, perfumerías, tiendas de ropa, bancos, estudios fotográficos o supermercados fueron las empresas afectadas anoche por la inundación de esta calle. “Fue impresionante, a nosotros nos pilló trabajando y si hubiese durado 15 minutos más no sé que hubiera pasado” ha declarado José Antonio González, de la empresa Guadiana Fotografía.
Durante esta mañana trabajadores del Ayuntamiento se han dedicado a limpiar las zonas más afectadas de restos de barro, que aún eran visibles este mediodía en varias zonas de la ciudad.
Los vecinos y comerciantes se quejan de que esta es la tercera inundación que sufren en los últimos años y piden que las promesas que se hicieron tras la última se cumplan y se tomen medidas para que esto no vuelva a suceder. La delegada del Gobierno, Carmen Pereira se ha personado este mediodía en Villanueva para conocer los daños producidos por las lluvias.
Según el jefe del parque comarcal de bomberos de Don Benito-Villanueva, Roberto Blesa, debido a la tromba de agua recibieron unos treinta avisos, de los cuales solo pudieron atender doce, al producirse en tan escaso margen de tiempo y maniobra.
Sus primeros esfuerzos se centraron en la limpieza de la rotonda de la carretera de La Haba, en Villanueva de la Serena, que estaba sepultada por una gran lengua de barro procedente de las parcelas agrícolas colindantes.
Además, los bomberos atendieron numerosas emergencias de inundaciones en tiendas y garajes a fin de achicar el agua acumulada.
La tromba de agua ha afectado especialmente a la zona comercial de la calle San Francisco, un lugar que se ha visto ya dañado en los últimos años con inundaciones debido a tormentas similares, aunque esta vez, según los afectados, la fuerza del agua ha sido incluso mayor.
Antonio Gilgado, hostelero de la cafetería San Francisco, ha manifestado a Efe que el agua entraba por la cocina y manaba por los lavabos del bar, hasta el punto de sobrepasar el metro de altura en el exterior, donde el nivel de agua llegó a tapar algunos vehículos estacionados en la calle.
Ha añadido que los mayores desperfectos se han producido en tiendas de calzado y en el establecimiento Día de la calle San Francisco, "locales que posee estanterías bajas y que han visto como sus artículos flotaban en el agua".
"Lógicamente los clientes se marcharon, excepto dos grupos que permanecieron en el interior del bar porque no podíamos salir", ha indicado.
Antonio Cid, empleado de la sucursal de Cajasol, ha explicado que cuando han llegado esta mañana la oficina inundada, con agua, barro y los sistemas informáticos inutilizados, "sin poder atender en condiciones a la clientela"
"Es una pena que vuelva a producirse esta situación, llevo un año nada más en esta sucursal y es la cuarta vez que se inunda. Esperemos que ahora que estamos en periodo electoral las autoridades competentes lo arreglen", ha deseado.