Ah, vale, pues bueno, pues adiós.
Si así te gusta, quédate con ello.
No entiendes el sentido de las palabras de Rufián ( o no lo quieres entender) y la Ferrusola hace años que la pusimos -los catalanes en general-, fuera de circulación, igual que a su familia.
Esta "señora" (por llamarla de alguna manera) era bastante limitada, que digamos, para ser benevolente.
La sociedad catalana, es sumamente variada. Tenemos, como pudiste comprobar, desde terroristas a gente admirable y muy altruísta y abnegada.
Esto de la fragmentación es un invento. Aquí convivimos todos, sea cuál sea la lengua que hablemos, el color de la piel, nuestro origen... y no hay discordias. ¿Problemas? Claro que sí, pero no por lo que dices.
Barcelona es una ciudad donde entra gente de todas partes, por tierra, mar y aire, y donde todo el mundo tiene sus apuros y sus problemas.
¿Hablamos de "adoctrinamiento de niños? Cuando yo era pequeña, en las escuelas de Cataluña, era obligado cantar el "Cara al sol" cada día, la lengua vehicular obligatoria era el castellano, y estaba prohibido hablar en catalán en las clases.
No me sabe mal: creo que no podrás decirme que hago faltas de ortografía o que escribo mal.
Esto de la fragmentación es algo que os han hecho creer. Si quieres te lo crees, pero no voy a gastar tiempo en contradecirte. Allá tú.
Yo me siento catalana y española, y nadie me puede obligar a sentirme distinto. Sólo me sabe mal que, personas como tú, a quiénes respeto, digáis tamañas sandeces.
Estoy muy de acuerdo con la frase del final. Son malos tiempos para todos.
Y repito: lamento mucho que no tengamos políticos de talla, con visión de Estado, que sepan solucionar los problemas políticamente.
Sólo pienso que los políticos viven en "su mundo", crean "sus verdades" y no conocen la realidad.
En España vive mucha gente que no ha nacido aquí, y que posiblemente no se sienten españoles; pues en Cataluña, igual, pero elevado a la enésima potencia.
No se obliga nadie a sentirse catalán o español: los sentimientos, de momento, no se pueden imponer.
A ver si os lo puedo hacer entender:
En julio del 2010, por motivos que ya debéis conocer, hubo la primera gran manifestación en Barcelona. A partir de ahí, la gente se organizó, surgieron algunos líderes CIVILES, no políticos, que fueron aglutinando gente.
Luego cada año, se hicieron manifestaciones multitudinarias, a las cuales el gobierno de Madrid ignoró año tras año; no hicieron lo mismo los gobernantes de la Generalitat (seguramente por proximidad), e intentaron encauzarlo y pedir al Congreso de los Diputados poder hacer un referéndum para conocer la realidad, es decir cuánta gente quería la independencia y cuánta no. (Estoy simplificando mucho). Esto se denegó, pero no se ofreció ningún tipo de solución a las demandas del pueblo; posiblemente, no lo voy a cuestionar, por incompetencia de los políticos catalanes.
Recuerdo con sonrojo la intervención de Marta Rovira en el Congreso.
La cuestión es que lo que en principio se hubiese podido atajar fácilmente de forma política, se ha convertido en un alud imparable.
Quién crea que inhabilitando a los políticos de la Generalitat, van a solucionar algo, se equivocan enormemente, y este error lo pagaremos todos: España entera. Esto me duele mucho.
La semana pasada se detuvo a 14 altos cargos de la Generalitat, se entró en las dependencias de la Consejería de Hacienda, se bloquearon las cuentas bancarias, se cerraron páginas web... y lo único que se logró que más gente se pusiera en contra.
Todo esto, para saberlo, hay que vivirlo.
Tenemos aquí la cuna madre de Ciutadans, y la Sra. Inés Arrimadas no sabe hacer más que criticar a Puigdemont, y no ve, que el hombre está entre dos fuegos: el pueblo y el Gobierno de España. Ni una sola propuesta concreta para ayudar a solucionar el conflicto.
Lo mismo se puede decir de los Sres. García Albiol y del Sr. Iceta del PSC-PSOE.
Todos hablan y hablan con una prepotencia impresionante, pero no aportan soluciones. Bueno, Iceta, quiere cambiar la Constitución, pero como bien dijo Rajoy, los socialistas no han hecho ninguna propuesta en concreto: no sabemos qué quieren cambiar ni cómo lo quieren hacer.
Yo no tengo ningún carnet de algún partido político, soy una simple ciudadana de a pie, con muchos años y experiencia a mi espalda, he vivido y me he educado en la época de Franco, he visto la transición, he votado la Constitución, pago mis impuestos, hago mi declaración de renta... no tengo ningún interés en defender a Puigdemont, a Junqueras ni a nadie; procuro ser lo más objetiva posible, no opino de lo que no sé, y procuro respetar a todo el mundo.
Esta es mi declaración de intenciones, y me gustaría poder hablar de todo, sin discusiones tontas, que no conducen a nada positivo.
Estoy en la recta final de mi vida, pero no me siento vieja ni decrépita, todavía tengo una buena salud física y mental, y me gustaría poder terminar los días que me queden de la mejor manera posible.
Lo mismo os deseo a todos los que atacáis Cataluña y a los catalanes.
Ah, y a ver si podéis ayudarme a encontrar una caravana con cama en isla, que sea una buena caravana. Muchas gracias.
Saludos cordiales.