De la prensa de hoy: (Y no es sospechosa de separatista, precisamente)
Mutuo respeto
Cartas | 03/01/2014 - 21:46h
Ramon Sánchez Morillo
West Milford, New Jersey (EE.UU.)
¿No se le ha ocurrido pensar Sr
Rajoy que es algo extraño que los
catalanes lleven más de 300 años con la misma historia reivindicativa, y siendo una úlcera en el estómago para cualquier Gobierno en Madrid? ¿No se le ha ocurrido que algo habrá en esas constantes quejas y demandas? ¿No sería quizás tiempo de escuchar y ver si se puede llegar a una solución que deje satisfechas a ambas partes sin necesitar de un divorcio?
Lo que no se puede hacer es pretender arreglar los problemas de un matrimonio a estacazos, ni imponiendo decisiones, ni con el aquí mando yo. Quizás, como en los viejos tiempos, se pueda obligar a seguir formalmente el matrimonio por la fuerza, pero bien avenido nunca será con esos métodos.
Mire usted, No es lo mismo un matrimonio en el que una de las partes tiene que jugar el papel de criada sumisa y silenciosa, que el matrimonio en que los dos tienen el mismo valor y se respetan y consultan mutuamente de igual a igual. El caso es que usted, Sr Rajoy, piensa en
Catalunya en una relación equivalente al matrimonio del viejo estilo, donde Catalunya debe ser una criada sumisa y silenciosa; pero Catalunya quiere, siempre ha querido, un matrimonio moderno de igual a igual, de mutuo respeto. O eso, o el divorcio. Y ahí está el meollo del problema, Sr Rajoy: un problema de percepción muy diferente de lo que debe ser la relación entre dos entidades, dos pueblos. La pelota está en su lado.
¿Qué va a escoger? ¿Va a intentar re conducir el matrimonio a una relación de mutuo reconocimiento y respeto, o va a intentar mostrar a la otra parte quién manda y quién debe callar y obedecer?