Bueno, para mitigar un poco tu envidia te diré que la disponibilidad de tiempo es inversamente proporcional a las facultades para hacerlo. Hace años me metía unas palizas de muerte por esas montañas de Dios. Ahora procuro que las rutas sean suaves porque nos cansamos más que antes.
Aprovecha ahora que eres joven. Acostumbra a las niñas, endurecelas y te lo agradecerán. Cuando mi hijo pequeño hizo el Cares por primera vez tenía solo 6 años (ahora tiene 2

y se hizo los 24 kms. de ida y vuelta sin consentir que lo cogieramos en brazos. Ahora es un entusiasta del senderismo.