Pues me viene a la memoria aquella antigua y preciosa canción que dice:
Era alto y rubio
como la cerveza
En el pecho tatuado un corazón....
etc. etc. solo que en tiempo presente:
Alto y rubio como la cerveza, con un corazón enorme, franco y noble, con una risa contagiosa.
Un niño grande dispuesto a hacer trastadas a todas horas.
Un hombre y un amigo dispuesto a darlo todo por los demás.
A veces, sufre de incontinencia verbal y de teclado; fruto de su carácter apasionado y vehemente; sobre todo, cuando cree que tocan a alguien que quiere.
No se corta un pelo y te puede mandar al carajo con la mayor rapidez y facilidad, si cree que le has dado motivo; pero con esa nobleza que le caracteriza, rápidamente con valentía y humildad, te va buscar al carajo y te repone en tu sitio y en su corazón.
Que a su lado no exista un problema de un compañero, a quien ni siquiera conozca, porque conoceréis al Bribón, sensible, afectuoso, que hará lo imposible por ayudar en todo lo que pueda.
En unas breves líneas, esta es la imagen que yo tengo grabada de nuestro querido Bribón.
Un extraordinario amigo de sus amigos, una persona entrañable, un niño grande juguetón y cariñoso, que no deja indiferente a nadie y un amigo maduro, serio y responsable, cuando es necesario serlo.
Te tengo un gran afecto Miguel, al igual a tu encantadora cómplice, María y al resto de tu tribu: Ivana y el diablillo de David.
Muchas felicidades bribón y que cumplas muchos más en nuestra compañía.