Mira, Antonio: yo soy catalán, de padres y hermanos andaluces, con lo cual, no soy sospechoso de tener animadversión hacia nadie. Sin embargo, los políticos españoles, me han hecho independentista. Dicho lo cual, tengo que decir que no tiene nada que ver la existencia de propaganda de ese corte, con el trato que según tu, recibisteis.
Y permiteme que lo ponga en condicional, ya que como sucede en étos casos, solo conocemos la versión de una parte, y no sabemos excatamente como sucedieron los hechos. En Catalunya, el trato hacia las personas que nos visitan, suele ser muy cuidadoso, por no decir exquisito. Habrá independestistas, catalanistas o mediopensionistas, pero no somos malas personas ni tontos. Por último decir, que si realmente os trataron así, siento vergüenza ajena, y por supuesto, yo no iria ni de gratis.
Un saludo.