De entrada, a "Daviding" le doy mis más expresivas gracias por la alusión a los viejos que superamos el psicotécnico. Cuando lo supera él, evidentemente, considera que el examen que le hacen es exhaustivo y su condición física y psicológica perfecta.
Sobre excesos de velocidad en situaciones de emergencia cabe mucha casuística. Empezando porque no es lo mismo ir rápido que ir cargándose todos los semáforos y cruces. Y los conductores de ambulancias al hacer sonar la sirena y encender las luces de emergencia, lo que pretenden es que se le ceda el paso, que nos apartemos... y puede que excedan en algunos momentos la velocidad en centros urbanos, ya que suele estar limitada a 40 y en casos excepcionales no es difícil circular a 80 con la parafernalia de luces y sirenas. En carretera abierta una ambulancia, que no deja de ser un furgón comercial adaptado, no lo "veo" a gran velocidad por una carretera convencional... y por una autopista, por mucha tralla que le den, más allá de los 130 le costará.
Pero hay más: No es lo mismo cuando una ambulancia va a atender una emergencia que cuando traslada a un enfermo o a un herido... en el segundo caso lo único que conseguiría es agravar la situación, algo que los auxiliares sanitarios se cuidan de que no ocurra.
En un reciente viaje a Madrid, a las 5 de la madrugada, en los aledaños de Ourense, me encontré con un turismo ruedas arriba en una cuneta y otro cerca medio abollado, ambos con los motores en marcha y las luces encendidas. Dentro del volcado había una mujer... y todo esto en la salida de un "puticlub". El acceso al volcado era imposible porque el techo había cedido... y yo solo no estoy en condiciones de hacer mayores esfuerzos. Así que llamé al 112 y me pusieron con emergencias hospitalarias y me empezaron a dar instrucciones... la primera de todas que "no tocase nada" que la GC ya iba en camino y que dos ambulancias salían con personal especializado... Insisto: la primera de todas que "no tocase nada". Me pidieron que hablase con la mujer a fin de saber cómo se encontraba... y me tuve que tirar en la cuneta cuidándome de no cortarme con los cristales, y a través de los resquicios que quedaban (todo esto fue de noche) me indicó que estaba bien... A partir de ahí ya fueron parando varios coches y luego la GC (esa que "tanto" recauda y por la que suspiramos cuando nos roban la cartera) y las ambulancias con el personal sanitario. Después una grúa que pidieron desde la GC. No estoy seguro de si una vida se salva porque corremos a toda pastilla con un pañuelo o porque el DESTINO no tiene establecido ese día como final de una vida. Sé que hay unos protocolos y que, a veces, la precipitación es negativa.
Otro ejemplo, del que he aprendido lo que no tengo que hacer... Un día, me encontré un poco indispuesto: me dolía el pecho. Teníamos una fiesta familiar, y acudí a ella por no crear alarmas, ya que soy el viejo de la familia (sí, el mismo que trata de ir superando el psicotécnico que tanto le molesta a "Daviding") y se hubiese aguado la fiesta. Fui aguantando y me pasó el dolor. De regreso en casa, a la noche, volvió el dolor, y sobre las dos de la madrugada decidí coger el coche y bajar a urgencias hospitalarias, sin avisar a mi hijo que lo tengo a 200 metros de mi casa. Aparqué el coche y me acerqué andando al hospital, cuyo protocolo de ingreso ya conozco de anteriores veces. Tras los análisis, radiografías, electrocardiogramas y alguna prueba más, me tuvieron en cuidados intensivos 24 horas y varios días en planta. El dolor en el pecho vino motivado por dos infartos de miocardio. Quizás, fueron leves... pero no avisar a mi hijo (o a una ambulancia) fue una irresponsabilidad, porque pudo agravarse todo en el trayecto a urgencias (unos 8 kms) y crear un problema añadido a terceros.
Rambos, en las películas, pero en la vida real las "machadas" no son recomendables. Soluciones como limitar la velocidad en los coches son utópicas, pues los límites no son los mismos en todos los países por donde podemos circular. De la misma manera que prohibiendo el uso de armas no se logra que alguien te pueda matar de un tiro. Porque no es la herramienta la que mata, sino el que maneja la herramienta de forma irresponsable. Igual me da un coche que una escopeta o un cortacésped.